Domingo 30
de abril de 2017
El
presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saludó este domingo la renovada oferta
del papa Francisco de mediar en la crisis del país, mientras la oposición
descarta retomar un diálogo político paralizado desde diciembre.
"Si
digo diálogo, huyen despavoridos, no quieren diálogo. Ayer arremetieron contra
el papa Francisco. Yo respeto las expresiones del papa Francisco", expresó
Maduro en su programa semanal en la televisora estatal VTV.
El papa dijo
este sábado estar dispuesto a una mediación del Vaticano con "condiciones
claras", si bien aseguró que "la oposición está dividida" en
torno a la reactivación de las conversaciones. El pontífice volvió a tratar la
crisis venezolana este domingo, llamando a cesar la violencia y encontrar
"soluciones negociadas".
Ello en
medio de masivas manifestaciones opositoras que han derivado en disturbios, con
saldo de 28 muertos y centenares de heridos y detenidos desde el 1 de abril.
Maduro
calificó este domingo las protestas como "una arremetida violenta para
caotizar a la sociedad, asaltar el poder político e imponer en Venezuela una
contrarrevolución". "Lo que ellos han hecho en abril no tiene
nombre", expresó el mandatario.
La oposición
abandonó la mesa de diálogo en diciembre, al acusar al chavismo de incumplir
acuerdos en función de la aprobación de un "cronograma electoral" y
la liberación de "presos políticos".
Julio
Borges, presidente del Parlamento, de mayoría opositora, dijo este domingo que
enviará un documento al papa a través de la Nunciatura Apostólica que ratifica
las exigencias de los adversarios de Maduro, con "elecciones
generales" como centro.
Borges
subrayó la petición de Francisco de "condiciones claras". "El
papa dice cosas muy interesantes. En primer lugar que, si no hay garantías, acá
no hay posibilidad de avanzar", señaló.
El sábado,
el excandidato presidencial Henrique Capriles descartó retomar las
conversaciones. "Los venezolanos, todos, queremos dialogar, pero no
estamos dispuestos a un diálogo Zapatero", declaró.
Aludió así
al exgobernante español José Luis Rodríguez Zapatero, quien encabezó una misión
de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que junto a la Santa Sede
acompañó las fracasadas negociaciones el año pasado.
Capriles ha
puesto en duda, en varias ocasiones, la neutralidad de Zapatero.