Sábado
18 de octubre de 2014 – 02:00 PM
BEIRUT (Reuters)
- Aviones de la coalición liderada por Estados Unidos bombardearon el sábado
supuestos blancos militantes del Estado Islámico en la sitiada ciudad de Kobani
en Siria, después de feroces ataques lanzados por los insurgentes que
sacudieron el centro de la localidad e impactaron zonas fronterizas con
Turquía.
Los
ataques con morteros de los militantes continuaron después de que el bombardeo
remeció el centro de Kobani. Varias salvas cayeron dentro de Turquía cerca del
puesto de control fronterizo, llamado Mursitpinar, de acuerdo a testigos.
Los
militantes del Estado Islámico se han estado enfrentando contra combatientes
kurdos por un mes para tomar el control de Kobani y consolidar su influencia
sobre una franja de 95 kilómetros de tierra junto a la frontera turca, aunque
el incremento de los bombardeos de la coalición en los últimos días ayudó a los
kurdos a contener el avance islamista.
La
coalición ha estado atacando blancos del Estado Islámico en Irak desde agosto y
extendió su campaña a Siria en septiembre después de que el grupo, que se
adhiere a una interpretación fundamentalista del Islamismo y que inicialmente
concentró su lucha en derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad, tomó el
control de vastas zonas de la región.
Turquía,
una nación miembro de la OTAN, se ha convertido en parte de la coalición y ha
insistido en que ésta también debe enfrentar a Assad para poner fin a la guerra
civil de Siria que ha causado la muerte de unos 200.000 civiles desde marzo del
2011.
El
sábado, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino
Unido, dijo que los bombardeos de las fuerzas lideradas por Estados Unidos
contra el Estado Islámico en Siria mataron a 10 civiles en dos ataques aéreos
por separado.
Pero
el Comando Central estadounidense en terreno dijo que no había evidencia que
respaldara el reporte. Sus fuerzas utilizan medidas de mitigación para reducir
las posibles muertes de civiles, dijo un portavoz.
Reuters
no pudo confirmar la información de manera independiente debido a las
restricciones de seguridad en el área.
En
Kobani, una comandante del YPG, una milicia kurda siria que defiende la ciudad,
sólo entregó su nombre en código, Dicle, y dijo que los renovados ataques del
Estado Islámico buscan cortar el último enlace de la localidad con Turquía.
"Ellos
desean acabar con la última conexión de Kobani con el resto del mundo",
dijo a Reuters por teléfono. "Turquía no permite el paso de combatientes
ni armas, pero envió ayuda a Mursitpinar. El Estado Islámico quiere destruir
esta entrada para que quedemos atrapados aquí", declaró.