Distintos
escenarios, misma petición. Los máximos responsables de las grandes operadoras
latinoamericanas quieren menos intervencionismo, una regulación más flexible y
menos impuestos. Reunidos en Futurecom, el mayor evento de las
telecomunicaciones en la región, que se celebra en Río de Janeiro, las
compañías han apostado también por un proceso de consolidación como el de sus
homólogas europeas que les permita ganar escala y asegurar los niveles de
rentabilidad e inversión.
El
presidente de Telefónica Latinoamérica, Santiago Fernández Valbuena, se ha
referido a las grandes oportunidades del mercado latinoamericano, que ha
crecido un 10% en los últimos cuatro años, gracias a una clase media en
expansión y una población de 600 millones de habitantes. De ellos, un 80% vive
en ciudades. Su bajo nivel de bancarización y la escasa penetración de los smartphones (14%
frente al 30% en Europa), hacen de la región un escenario propicio para el
negocio digital frente a los maduros mercados europeos.
Sin embargo,
Valbuena ha dejado claro que para ello es preciso “el compromiso de todos los
jugadores del sector” y, en particular, de los Gobiernos y los reguladores, a
los que ha exigido más flexibilidad en asuntos como la disponibilidad de
espectro radioeléctrico, la colocación de antenas y la excesiva carga fiscal.
Queja
generalizada
Esta es una
queja general que ha puesto también de manifiesto José Formoso Martínez,
presidente de Embratel y Sinditelebrasil, la patronal del sector en Brasil.
Según ha indicado, las operadoras pagan 23.000 millones de reales en impuestos
(7.700 millones de euros), de los que el 75% son de ICMS (Impuesto sobre
Circulación de Mercaderías y Servicios), una especie de IVA.
Formoso ha
recalcado que el sector registró en el primer semestre una inversión de 4.000
millones de euros, a los que hay que sumar los 8.600 millones de 2012, en un
país que entre julio de 2012 y julio de 2013, ha visto como las conexiones de
banda ancha móvil han crecido un 48%.
El
presidente de TIM Brasil, Rodrigo Abreu, ha criticado el “escenario nada
amable” que afrontan las operadoras de telecomunicaciones, castigadas con la
suspensión comercial o las 19 comisiones parlamentarias que hay abiertas para
investigar la mala calidad del servicio. Como el resto de operadores
brasileños, Abreu no se cree las estadísticas de la Unión Internacional de
Telecomunicaciones, que reflejan que los brasileños pagan el precio más caro
del mundo por usar su móvil. "No es entendible que digan que somos los más
caros y al mismo tiempo que tenemos los márgenes más bajos”, ha dicho.
Consolidación
Pero no todos
son quejas. En Futurecom se ha puesto de manifiesto que la ola de
consolidación que pide a gritos el sector pasará también por Latinoamérica. La
prueba de fuego puede estar en Brasil, su mayor mercado. Portugal Telecom está
en plena fusión con Oi, mientras TIM Brasil lucha por sobrevivir ante los
planes de su matriz de deshacerse de activos tras el incremento de
participación de Telefónica en Telco, principal accionista de la italiana.
Por el
momento, en TIM Brasil no quieren ni oír hablar de venta. Rodrigo Abreu ha
instado al Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), el organismo que
vigila la competencia en el país, a tomar cartas en el asunto. Y contra la
posición de Telefónica y de Anatel, el regulador del sector, que estiman
que no ha cambiado nada en el panorama porque las acciones no
tienen derecho a voto, Abreu estima que primero hay que ocuparse de Brasil y
luego de Italia. "Si Telefónica quiere ejercer el aumento de control en
Telco, no puede hacerlo y después resolver su situación en Brasil. Primero debe
resolver la situación aquí", señaló a preguntas de los periodistas.
Sobre este
particular no ha querido pronunciarse Fernández Valbuena, así como tampoco
sobre los litigios de Telefónica con América Móvil en México. El máximo
responsable de Telefónica en la región sí ha señalado, a preguntas de los
periodistas, que la oferta pública de venta (OPV) de una parte de su filial de
Latinoamérica seguirá “congelada” porque están cubiertas las necesidades de
financiación
Más
optimista se ha mostrado el presidente ejecutivo de Oi, Zeinal Bava, encargado
de pilotar la fusión con Portugal Telecom (PT ). Brava ha indicado que las
sinergias de la operación pueden superar en un 5% lo anunciado al mercado, que
son 1.800 millones de euros. Bava indicó que el mercardo les está dandoun voto
de confianza ya que las acciones se encuentran en un nivel similar al de antes
del anuncio de la fusión con el PT.
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