Las protestas no cesan en Estados Unidos, donde al menos 40 ciudades han decretado el toque de queda y permanecen bajo custodia de la Guardia Nacional, e incluso este martes la capital estadounidense vivió un inesperado cacerolazo mientras los manifestantes continuaban frente a la Casa Blanca.
Más de una semana después de que el afroamericano George Floyd muriera por asfixia debido a la presión que ejercía sobre su cuello la rodilla de un policía blanco, en distintas ciudades estadounidenses se repiten las escenas de personas recorriendo las calles, aunque los destrozos y saqueos de otras jornadas han amainado. EFE
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