Desde mitad de marzo, cuando empezó a registrar el impacto del COVID-19, el sistema de transporte metropolitano de Nueva York ha perdido a más de 100 empleados y en su plantilla se han contagiado casi 4.000, una muestra de los estragos de la pandemia sobre estos trabajadores de primera línea, que reivindican la importancia de su labor.
"Nos ponemos en medio del peligro como no se espera que hagan otras personas en su trabajo, y aún así, en un sentido legal, no se nos considera 'primeros intervinientes de emergencias'. Pero realmente lo somos, y estamos sufriendo mucho como resultado de ello", dijo a Efe Mario Galvet, técnico de mantenimiento de equipos electrónicos desde hace 32 años. EFE
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