11/09/2017
Corea del Norte ha amenazado este lunes con infligir
"el mayor dolor y sufrimiento" a Estados Unidos por impulsar nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas,
a raíz del sexto ensayo nuclear del país asiático.
"En caso de que Estados Unidos arme la resolución
ilegal sobre sanciones más duras, la DPRK (siglas en inglés del nombre oficial
del país -República Popular Democrática de Corea-) se asegurará de que pague el
debido precio", señala el Ministerio de Exteriores norcoreano en un
comunicado recogido por la agencia estatal KCNA.
Pyongyang está "preparada y dispuesta a emplear
cualquiera de sus medios definitivos", advierte el comunicado, que también
subraya que sus eventuales represalias causarán a Estados Unidos "el
mayor dolor y sufrimiento que haya sentido a lo largo de toda su
historia".
Según Corea del Norte, Estados Unidos "está
tratando de emplear las medidas legítimas defensivas" del régimen
norcoreano como "excusa para estrangular y sofocar completamente" al
país.
Pyongyang "ha desarrollado y perfeccionado un
arma termonuclear superpoderosa como medio para disuadir los movimientos cada
vez más hostiles y la amenaza nuclear de Estados Unidos", y para
"apaciguar el riesgo de una guerra nuclear que pesa sobre la península de
Corea", explica el comunicado.
El pasado 3 de septiembre, el Ejército norcoreano
llevó a cabo su sexto y más potente ensayo nuclear con una bomba de hidrógeno que desató una fuerte condena de la
comunidad internacional y ha elevado aún más la tensión en la región.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, calificó de
"gran victoria" la última prueba atómica del país durante un banquete
celebrado este sábado en Pyongyang coincidiendo con el 69 aniversario de la
fundación del país.
EE UU, con el apoyo de Tokio y Seúl, ha solicitado convocar una reunión del Consejo de Seguridad de
la ONU este lunes con el fin de someter a votación una resolución con
"sanciones adicionales" contra Corea del Norte por su última prueba
nuclear.
La propuesta incluye la prohibición de vender petróleo
a Corea del Norte, las exportaciones de textiles y el veto a los ciudadanos
norcoreanos de trabajar en el exterior, lo que supone importantes ingresos para
el régimen.