Jueves 03 de agosto de 2017
Bang Showbiz
Antes de que Justin Bieber indignara a medio mundo con
su decisión de cancelar su gira cuando todavía le quedaban 14 conciertos por
delante, su ex Selena Gomez ya había hecho lo mismo en 2016 por un motivo
similar: un cansancio extremo que, en su caso, le llevó incluso a ingresar en
rehabilitación durante 90 días para reevaluar su salud mental y lidiar con la
depresión que sufría.
Ahora la cantante y antigua estrella Disney se ha
sincerado sobre aquella experiencia para asegurar convencida que le cambió la
vida, además de revelar que a día de hoy sigue acudiendo a terapia para
continuar trabajando en sus inseguridades.
"El año pasado cancelé mi gira y desaparecí
durante 90 días, y es lo mejor que pude hacer. No tenía teléfono, nada, y
estaba muy asustada. Pero fue maravilloso, aprendí mucho. Todo lo que me
importaba antes dejó de hacerlo. Cuando salí me dije a mí misma que únicamente
debía mirar hacia el futuro. Aún tengo días complicados. Voy a terapia. Creo
firmemente que eso y hablar de cómo te sientes ayuda mucho. Peor la cuestión es
que ahora estoy en un momento muy bueno", explica la artista en una nueva
entrevista a InStyle.
"Estaba en el campo y ni siquiera me peinaba.
Estuve en un grupo de terapia equina, que es algo precioso. También fue duro,
obviamente. Pero sabía que lo necesitaba".
Tras su inesperado retiro de la vida pública, Selena
reapareció por todo lo alto en una gala de música -luciendo un espectacular
vestido rojo, por cierto- proyectando una confianza que, curiosamente, estaba
muy lejos de sentir.
"Cuando me dieron el alta, me preguntaron si
quería acudir a la gala de los American Music Awards y todo el mundo me dijo
que hiciera lo que quisiera. No quería transmitir a mis fans la impresión de
que cuidar de uno mismo es algo malo, así que decidí hacerlo, y debo confesar
que pisar esa alfombra roja fue abrumador. Creo que me sudaba hasta la
espalda", asegura divertida.
A día de hoy la joven de 25 años asegura haber
encontrado el equilibrio en el terreno profesional, en el que ha aprendido a
imponer sus condiciones y opiniones, y en el personal junto al músico The
Weeknd, con quien ha aprendido a mantener una relación 'sana' y en torno a la
que no gire toda su existencia.
"Es maravilloso, soy feliz. No dependo de una
única área de mi vida para ser feliz. Para mí es muy importante cuidar y
dedicar tiempo a mi familia y amigos y cerciorarme de que ningún chico me
influye", concluye.