Por Walter Rodezno*
La tremenda vulnerabilidad de la naturaleza, sometida
a la intervención tecnológica, muestra una situación inusitada. Nada menos que
toda la biósfera del planeta está expuesta a posibles alteraciones, lo cual
hace imprescindible considerar que no sólo se debe anhelar el bien común, sino
también el de toda la naturaleza extrahumana.
El filósofo alemán, Hans Jonás, propone en la obra “El
principio de la responsabilidad” un nuevo imperativo: "Actúa de tal modo
que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida
humana auténtica”, o expresándolo de modo negativo: “No pongas en peligro la
continuidad indefinida de la humanidad en la Tierra”.
Todo este accionar de las tendencias propias del movimiento
ideológico climático, hace que el tratamiento
de la información respecto al cambio climático sea imperativo y categórico en cuanto
a las políticas y estrategias de los Estados en Desarrollo, mal llamados “menos
adelantados”. La importancia central de la gestión de una plataforma de información
agroclimática nacional puede verse como un discurso sobre el tratamiento de la
realidad del sector agroalimentario.
Estamos viendo hacia el futuro, y en el futuro estamos
visualizando o valorando la necesidad de generar información adecuada, dedicada
a uno de los sectores considerado vulnerable ante la variabilidad climática: el
sector agroalimentario, hondureño y global.
Según opinión corriente, las exigencias de esta
plataforma son “utópicas”. Sin embargo, vamos a decir que las utopías han
desempeñado diferentes funciones a lo largo de la historia, caracterizándose
por aquello que aún no se ha realizado en ningún lugar. Su falta de realización
hasta el presente, sin embargo, no significa que las utopías no tengan valor y,
por ende, dejen de ser, algún día, utopías.
En definitiva, todas las grandes empresas de la
humanidad comenzaron siendo utopías. Por lo mismo, cabe preguntarse si Honduras
es capaz de asumir el reto de generar y darle tratamiento adecuado a la información
agro-meteorológica, teniendo en cuenta las metodologías de control de calidad y
los procesos para asegurar buenos registros —con frecuencia dudosos.
Es necesario aplicar un sistema de control de calidad a
esta información. Para asegurar que la información obtenida sea óptima pueden
aplicarse diferentes métodos; desde aquellos que implican el mantenimiento
periódico de las estaciones hasta la verificación en campo de la información
proporcionada.
En conclusión, es indispensable el establecimiento de
una plataforma que centralice y convierta esta información agro-meteorológica en
agro-climática, valorando suelo, agua, clima y bosques. Esto es una necesidad
urgente.
* Licenciado en Periodismo/Pasante de Filosofía, UNAH