Domingo 04 de junio de
2017
El Estado de México, el
más poblado y codiciado bastión electoral del país, votaba este domingo en unos
comicios donde el oficialista PRI se juega su futuro frente a una agrupación
que promete acabar con los vicios de la política, anticipando la batalla de
2018 por la presidencia.
Los electores de dicho
estado, de más de 16 millones de habitantes, acudían durante una jornada sin
mayores incidentes a escuelas y otras instalaciones donde algunas casillas
electorales abrieron puntualmente a las 08H00 locales (13H00 GMT), mientras
otras se instalaron con retraso.
El resultado de los
comicios podría romper con casi 90 años de dominio del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) en favor del retador Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena), fundado hace menos de tres años.
Las últimas encuestas
publicadas el miércoles dieron un empate técnico entre la apuesta del PRI,
Alfredo del Mazo, y la aspirante de Morena, Delfina Gómez.
"Les pido a las
instituciones electorales que hagan su trabajo como debe de ser, que apoyen en
ese sentido de ser equitativos", dijo Gómez a periodistas tras votar en
una escuela del municipio de Texcoco, donde fue alcaldesa de 2013 a 2015.
Gómez, una maestra de
escuela de 54 años que promueve un gobierno austero, ganó vuelo propio por ser
la antítesis del priista Del Mazo, de 41 años y heredero de la dinastía que ha
regido el estado por décadas. Su padre y su abuelo fueron gobernadores y es
primo del actual presidente Enrique Peña Nieto.
Espero "que sea una
jornada en donde se respete el voto y se respeten las instituciones", dijo
el oficialista tras votar en el rico municipio de Huixquilucan.
"El futuro del
priismo y del país" dependen del triunfo del PRI, advirtió Del Mazo
durante el cierre de su campaña, cuyo fuerte respaldo gubernamental activó
alertas de fraude entre sus oponentes, que denuncian una presunta compra de
votos.
Delfina "no ha
comprado a la gente con nada, ni con despensas, ni con regalos, ni con
dinero", dijo a la AFP Georgina Pineda, vecina de Texcoco de 57 años.
"Siempre ha sido honesta", agregó.
Horas antes, el consejero
del Instituto Nacional Electoral (INE), Marco Antonio Baños, reconoció que la
del Estado de México es "una elección competida" que vigilarán de
cerca y se comprometió a apoyar a los organismos electorales estatales si
surgiera algún incidente.
Son 11,4 millones los
inscritos para votar en el Estado de México aunque en comicios anteriores, de
2005 y 2011, la participación resultó menor al 50%.
- Presidencia en juego -
Los estados de Coahuila
(noreste) y Nayarit (oeste) también eligen gobernador este domingo, mientras
que Veracruz (este) renovará alcaldías.
Autoridades electorales
de dichas entidades, donde votan unas 8,5 millones de personas, reportaban una
jornada sin incidentes.
De no obtener un triunfo en
el Estado de México, el PRI vería sepultadas sus posibilidades de retener la
presidencia en 2018, mientras que el líder de Morena, Andrés Manuel López
Obrador, un veterano populista de izquierda que postuló y perdió en dos
ocasiones la presidencia, recibiría un potente espaldarazo a su esperada
candidatura.
"El Estado de México
es el principio del gran choque político que va tener lugar el año
entrante", resumió el historiador Lorenzo Meyer.
López Obrador, conocido
como AMLO y a quien sus detractores acusan de ser un autoritario que llevaría
al país por la ruta de naciones como Venezuela, fue presencia constante en la
campaña de Gómez.
Sus simpatizantes lo ven
como el verdugo de la élite política que encarna el PRI, que gobernó México por
más de 70 años hasta el 2000, entre luces y sombras de tiranía y corrupción.
El conservador Partido
Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática
(PRD), que compiten sin mayores opciones, también sufrirían con un triunfo de
Morena, según analistas.