Miércoles 24 de mayo de
2017
CIUDAD DEL VATICANO (AP)
-- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el papa Francisco, dos
líderes con estilos radicalmente diferentes y visiones opuestas del mundo, se
reunieron el miércoles en el Vaticano y dejaron de lado sus choques pasados para
ofrecer un mensaje de paz a un público global.
Trump, que está en la
mitad de su intensa primera gira internacional, visitó por la mañana al papa en
el Vaticano, donde ambos tuvieron una reunión privada de 30 minutos en un marco
de simbolismo religioso y antiguo protocolo.
El presidente, acompañado
por su esposa y varios colaboradores, llegó poco después de la 8 de la mañana.
Saludó a Francisco en la Sala del Tronetto, en la segunda planta del palacio
Apostólico. Tras su reunión, el papa entregó a Trump una medalla con una rama
de olivo, un símbolo de paz, entre otros obsequios.
Nos viene bien la paz,
respondió el presidente.
La visita comenzó con un
apretón de manos tras la llegada de los dos hombres, Trump en una gran caravana
de vehículos, Francisco en un Ford Focus. Se oyó a Trump decirle al papa que
estar allí era ?un gran honor. Después posaron para la prensa y se sentaron
junto al escritorio del papa. El pontífice no sonreía al inicio de su reunión.
Media hora más tarde se
dio por terminada la audiencia cuando Francisco hizo sonar una campana en su
estudio privado. Entonces se presentó al papa al resto de los miembros de la
delegación de Trump, como su esposa Melania, su hija Ivanka y su yerno Jared
Kushner, así como a los asesores Hope Hicks y Dan Scavino.
Sonriendo a la comitiva,
Francisco tuvo un momento distendido con la primera dama, a la que preguntó a
través de un traductor, Qué le da de comer, potizza, refiriéndose a un postre
originario de Eslovenia, donde nació Melania Trump.
Ella se rio y dijo que
sí. La primera dama e Ivanka se cubrieron la cabeza con mantillas como muestra
de respeto al papa, un gesto que no hicieron en Arabia Saudí.
Cumpliendo con la
tradición, el papa y Trump intercambiaron regalos. Trump entregó al pontífice
una primera edición de una colección de libros escritos por Martin Luther King
Jr., una piedra grabada del monumento a King en Washington y una escultura en
bronce de un loto en flor titulada Alzándose en lo alto.
Creo que los disfrutará.
Espero que lo haga, dijo Trump.
El papa entregó a Trump
la medalla, un mensaje de paz y tres documentos papales que hasta cierto punto
definen su pontificado y sus prioridades, como la familia y el medio ambiente.
El papa dijo a Trump que había firmado el mensaje especialmente para usted.
Trump dijo que leería los libros.
Cuando se marchaba, dijo
al papa: Gracias, no olvidaré lo que dijo.
El Vaticano indicó más
tarde en un comunicado que ?se expresó satisfacción por su ?compromiso conjunto
a favor de la vida y que confiaba en colaborar en materia de atención sanitaria
y asistencia a inmigrantes, así como en la protección de las comunidades
cristianas en Oriente Medio.
En los últimos días,
Francisco y Trump se han mostrado de acuerdo en la necesidad de que los líderes
musulmanes hagan más contra los extremistas en sus comunidades. Pero tienen
pocos temas más en los que coinciden.
La retórica antiislámica
empleada en el pasado por Trump -con comentarios como que el islam odia
Occidente- es la antítesis de lo que ha predicado el papa sobre la necesidad de
dialogar con los musulmanes. Francisco tampoco comparte la opinión de Trump
sobre la necesidad de combatir el cambio climático y la desigualdad económica.
El predecesor de Trump,
Barack Obama, tuvo una audiencia privada con Francisco en el Vaticano que duró
50 minutos en 2014. Pero la agenda del miércoles se vio limitada por la
audiencia pública semanal de Francisco. Se esperaba que después el presidente
hiciera una visita por el Vaticano.
Trump completaba así a su
gira por las sedes ancestrales de las tres mayores religiones monoteístas del
mundo. El encuentro del miércoles se produjo después de que el presidente y el
papa chocaran a principios del año pasado, cuando Francisco criticó con dureza
la promesa electoral de Trump de construir un impenetrable muro fronterizo y su
afirmación de que Estados Unidos debería rechazar a los inmigrantes y
refugiados musulmanes.
Trump llegó al Vaticano
tras dos paradas en Oriente Medio en las que visitó las cunas del islam y el
judaísmo. Aunque disfrutó de cálidos recibimientos por todo lo alto en Riad y
Jerusalén, el ambiente podría enfriarse ahora que ha llegado Europa, donde se
produjeron amplias protestas tras su victoria electoral.
Activistas
medioambientales proyectaron el martes por la noche las palabras el planeta
Tierra primero sobre la enorme cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano,
y se esperaban protestas el miércoles en Roma y en las siguientes paradas de
Trump, que viajará a Bruselas para una cumbre de la OTAN y a Sicilia para un
encuentro del G7.