Domingo 21 de mayo de
2017
Guadalajara (México), 17
may (EFE).- “Contento y motivado de volver a casa”, el mexicano Juan Pedro
Franco, el hombre más obeso del mundo, salió hoy del hospital en el que se
recuperaba de una cirugía de reducción de estómago que le ayudará a bajar de
peso.
“Espero que todo vaya
bien, sin complicaciones y echándole muchas ganas para que todo marche bien,
apegándome a lo que me dicen, a lo que tengo que hacer”, dijo a Efe el joven de
32 años, originario de Aguascalientes, antes de abandonar el centro.
Franco, cuyo peso ahora
es de 420 kilos, se sometió el 9 de mayo pasado a una cirugía en la que su
estómago fue reducido para que quedara con la capacidad equivalente de un vaso
de agua (unos 25 centilitros), en vez de los cinco litros que tenía antes.
Recostado en la cama de
su habitación, el joven se mostró bromista y sonriente con el personal médico
que lleva su caso, al que suele cantar algunas melodías acompañado de su
guitarra.
La recuperación de Juan
Pedro es “favorable” y ha mostrado una evolución sorprendente desde el primer
día de la cirugía, dijo en conferencia de prensa el médico José Antonio
Castañeda.
“Tuvo una excelente evolución
posterior a la cirugía, una adecuada recuperación. No pensamos que fuera a
evolucionar tan bien en cuanto a su recuperación, pero la verdad es que sí nos
dio una sorpresa muy agradable en la parte médica”, afirmó.
Franco lleva una dieta
blanda a base de papillas, las cuales ha asimilado de manera adecuada, además
de ingerir suplementos alimenticios y multivitamínicos.
El médico bariatra
explicó que el joven permanecerá en Guadalajara con una estricta vigilancia
médica, nutricional y psicológica, con miras a la segunda cirugía dentro de
seis meses, en la que se le colocará mediante laparoscopía un bypass gástrico,
que le permitirá solucionar definitivamente su problema de obesidad.
Pese al éxito de la
primera intervención quirúrgica, Castañeda advirtió que Franco aún tiene “altas
posibilidades de sufrir complicaciones derivadas de su obesidad extrema”.
El caso de Juan Pedro es
un avance de la medicina, sobre todo en un país como México, que ocupa los
primeros lugares mundiales en obesidad y en el que las instituciones no están
preparadas con personal e infraestructura para atender este tipo de pacientes,
indicó.
Franco perderá peso con
el bypass, pero tardará al menos 18 meses más en bajarse de la cama y poder
caminar, debido a que tiene tumoraciones y dos linfedemas u obstrucciones
linfáticas en las piernas que le impiden moverse con normalidad y cuya
extracción es peligrosa.
Uno de los anhelos de
Juan Pedro es “volver a caminar” tras años de permanecer recostado y sin poder
salir de su casa, debido a su obesidad extrema.
El joven, que llegó a
pesar 595 kilos, dijo estar comprometido y consciente de que es “un caso
especial” y animó a las personas que sufren obesidad mórbida a no dejarse
vencer y a pedir ayuda.
“Yo le digo a todas esas
personas que están así, que hablen, que no se sientan tristes, que no se
sientan mal, que salgan adelante y que pidan ayuda si no tienen las
posibilidades de hacerlo por ellos”, concluyó. EFE