Domingo 21 de mayo de 2017
Los conflictos y la violencia criminal o de pandillas
obligaron a 400.000 personas en Latinoamérica y el Caribe a huir dentro de su
propio país en 2016, según un informe publicado hoy por el Observatorio de
Desplazamiento Interno (IDMC) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).
Únicamente dentro de El Salvador, 220.000 personas
fueron desplazadas internamente por la violencia, las desapariciones forzadas y
violencia sexual en 2016, según el Informe Mundial sobre Desplazamiento
Interno. Colombia (171.000), México (23.000), Honduras (16.000) y Guatemala
(6.200) también tuvieron un número importante de personas desplazadas por la
violencia criminal.
En total, 8,1 millones de personas vivían en condición
de desplazamiento en Latinoamérica y el Caribe debido a los conflictos y la
violencia hasta finales de 2016, lo que pone en evidencia la naturaleza a
menudo prolongada del fenómeno del desplazamiento interno. A nivel mundial, los
conflictos, la violencia y los desastres causaron 31,1 millones de nuevos
desplazamientos internos en 2016.
Los desastres desplazaron tres veces más personas que
los conflictos, con 24,2 millones en comparación con 6,9 millones. La mayoría
de los nuevos desplazamientos provocados por desastres registrados en 2016
estuvo relacionada con riesgos meteorológicos tales como inundaciones,
tormentas, incendios forestales y condiciones invernales severas. 1,8 millones
de personas más fueron desplazadas por los desastres en la región, la mayoría
de ellas en Cuba, donde el huracán Mathew obligó a casi uno de cada 10
habitantes a abandonar sus hogares y buscar refugio en lugares más seguros.
Con una situación en la que muchos países de la región
ya de por sí están teniendo dificultades para gestionar el riesgo de desastres,
y en la que el cambio climático y la intensificación de los fenómenos
meteorológicos extremos son una amenaza constante, se espera que la escala de
los futuros desplazamientos siga en aumento. Christian Visnes, director
regional de NRC en América Latina dijo: "La violencia generalizada y la
delincuencia han agravado considerablemente las necesidades humanitarias en
Honduras, El Salvador y Guatemala.
Es urgente reconocer la importancia de brindar ayuda
humanitaria y responder a las necesidades de los desplazados internos o las
personas en riesgo de desplazamiento en los países de Centro América". El
Secretario General del NRC Jan Egeland dijo: "en 2016, cada segundo una
persona se vio obligada a huir de su hogar dentro de su propio país. El número
de desplazados internos ahora supera por el doble al número de refugiados.
Es urgente volver a posicionar el tema del
desplazamiento interno en la agenda mundial". 2 El informe reveló una
clara relación entre el desplazamiento interno y el movimiento transfronterizo.
Por ejemplo, el 70 por ciento de las mujeres solicitantes de asilo procedentes
de El Salvador, Guatemala y Honduras ya eran desplazadas internas antes de
tomar la decisión de huir al extranjero.
La Directora del IDMC Alexandra Bilak dijo: "a
pesar de que el desplazamiento interno es el punto de partida de muchos viajes
sin regreso, en la actualidad ha sido eclipsado por el enfoque global en los
refugiados y los migrantes.
Tenemos que reconocer que, sin el tipo adecuado de
apoyo y protección, un desplazado interno hoy puede convertirse en un
refugiado, un solicitante de asilo o un migrante internacional mañana".
Sin embargo, el año pasado se gastó más en ayuda para el reasentamiento de
refugiados en países donantes que en los países donde se originan las crisis de
desplazamiento.
El Informe Mundial sobre Desplazamiento Interno señala
que el fenómeno del desplazamiento continuará a menos que dirijamos la atención
política y los fondos a los factores subyacentes de la pobreza, la fragilidad
del estado y el cambio ambiental global. "Los hallazgos del Informe
Mundial sobre Desplazamiento Interno reflejan una situación de indiferencia
internacional, ausencia de rendición de cuentas y fracaso de los Estados para
proteger a su propia gente," dijo Bilak.