
Miércoles 31 de mayo de
2017
Los cancilleres y
representantes de los países de la Organización de Estados Americanos (OEA)
debieron suspender sin acuerdos este miércoles una reunión convocada para
discutir la crisis en Venezuela, y negociarán ahora la fecha para un nuevo
encuentro.
A medida que la situación
en Venezuela se deteriora, con un saldo de 60 muertos en dos meses de protestas
contra el presidente Nicolás Maduro y mayores privaciones económicas para su
población, la OEA no fue capaz de superar las divisiones internas sobre si
tiene -y cuál es- un rol para encontrar caminos que saquen al país caribeño de
la crisis.
"Hemos acordado
construir una ruta, construir consenso. Lo que hemos acordado es que nos vamos
a poner de acuerdo", explicó el canciller de México, Luis Videgaray, luego
de finalizada la reunión, hablando a título de los 14 países que apoyaban el
proyecto de Declaración más duro.
De acuerdo con el jefe de
la diplomacia mexicana, "el plazo que tenemos es muy claro: que lleguemos
a un consenso antes de la Asamblea General" de la OEA a realizarse en
Cancún del 19 al 21 de junio.
Mientras los cancilleres
y representantes pronunciaban discursos en el salón principal en la sede de la
OEA, equipos diplomáticos realizaron durante toda la tarde intensas
negociaciones a puerta cerrada para alcanzar algún tipo de consenso, pero el
fracaso fue inevitable.
- Buscando consenso -
En esta reunión se
encontraban sobre la mesa dos declaraciones con tonos disímiles: una presentada
por el bloque de 14 países del Caribe, el CARICOM, y otra lanzada por Perú,
Canadá, Estados Unidos, México y Panamá.
Esta última enumeraba
varias exigencias al gobierno venezolano, incluyendo la liberación de líderes
opositores presos, suspensión de enjuiciamiento de civiles en tribunales
militares, fijación de un calendario electoral con observación internacional
independiente y el cese del llamado a una Asamblea Constituyente, elementos
ausentes de la propuesta de Caricom.
Como el reglamento
aprobado para esta reunión exigía un mínimo de 23 votos para aprobar una
Declaración (con 34 delegaciones acreditadas, incluyendo a Venezuela),
rápidamente quedó claro que no sería posible adoptar un documento que no fuera
consensuado.
"Estamos realmente
cerca" de un consenso, dijo la canciller colombiana, María Ángela Holguín,
dando un balance "positivo" a la cita.
Videgaray, hablando luego
solo a nombre de México, también se mostró optimista de lograr un acuerdo con
el bloque caribeño y evocó "flexibilidad", pero dijo que los
elementos del texto de 14 países son "indispensables".
Pero países aliados de
Caracas y la propia Venezuela vieron en la suspensión un triunfo.
La canciller venezolana,
Delcy Rodríguez, dijo que "han sido derrotados", en alusión al
secretario general de la OEA, Luis Almagro, y la oposición de su país.
"Llegaron con su
plan de intervención a buscar un consenso y el único consenso es que no hay
consenso. Se impuso la voz moral", afirmó desde la capital estadounidense
a la televisora gubernamental venezolana, VTV.
"Salimos
fortalecidos como países del Alba que defendemos la revolución", dijo el
canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni.
- Divisiones en evidencia
-
La situación en Venezuela
"sigue en la agenda", dijo en tanto Almagro a un centenar de
manifestantes de ese país aglomerados fuera de la sede del organismo bajo un
inclemente sol para expresar rechazo a su gobierno, al que calificaron a gritos
de "dictadura", mientras un puñado vociferaba justo detrás consignas
a favor de Maduro.
La suspensión de la
reunión dejó nuevamente al descubierto las fracturas que han rodeado la
discusión del tema venezolano en el seno de la OEA.Precisamente la decisión del
Consejo Permanente del organismo de convocar a la reunión de consultas motivó
la decisión de Venezuela de iniciar formalmente su salida de la entidad
continental, un proceso que tardará dos años en completarse.Tras un mes de
ausencia en las deliberaciones de la OEA, el gobierno venezolano se acreditó
para la cita de cancilleres, pero finalmente su silla permaneció vacía durante
la seis horas de debates.
En la apertura de los trabajos, la delegación de
Nicaragua expresó su "más firme rechazo y enérgica condena" por el
gesto "inamistoso" de la OEA de realizar una sesión de consultas
sobre la situación en Venezuela sin el consentimiento de ese país.Del lado
contrario, varios gobiernos subrayaron la necesidad de que el continente
encuentre mecanismos para una negociación entre el gobierno y la oposición,
alertando sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela y exhortando
a Caracas a reconsiderar su salida de la OEA.
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