Sábado 13 de mayo de 2015
Caravanas de automóviles, motos, bicicletas e incluso
caballos se realizaron este sábado en Venezuela en una nueva jornada de
protestas contra el presidente Nicolás Maduro, que una vez más terminó entre
bombas lacrimógenas.
Cuerpos de seguridad dispersaron con gases las filas
de vehículos en Caracas y Valencia (estado Carabobo, norte), evitando que los
opositores llegaran a los puntos de destino previstos, constataron reporteros
de la AFP.
Militares en motocicletas bloquearon con ráfagas de
lacrimógenas al grupo de Caracas en la estratégica autopista Francisco Fajardo,
donde avanzaba con la meta de cubrir unos 25 kilómetros hacia el costero estado
Vargas.
"Hay que seguir buscando fórmulas de protesta.
¿Marchas? Marchamos. ¿Trancas? Trancamos. ¿Caravanas? Acá estamos", dijo
temprano a la AFP Rafael Galvis, de 46 años, al volante de una camioneta de
carga con una decena de manifestantes a bordo, portando banderas venezolanas y
pancartas contra Maduro.
Pedaleando una bicicleta, Álvaro Sanabria, de 53 años,
aseguraba estar dispuesto a "llegar hasta donde haya que llegar".
Los críticos de Maduro cumplen seis semanas de
manifestaciones que exigen elecciones generales y rechazan una Asamblea Constituyente
"popular" convocada por el gobernante socialista, lo que consideran
una maniobra para evitar comicios.
Las movilizaciones han degenerado en hechos violentos
que dejan 38 muertos y cientos de heridos y detenidos, por los que se
responsabilizan mutuamente gobierno y oposición.
El chavismo, mientras, se concentró en el centro de
Caracas, donde organizó actividades deportivas y recreativas en apoyo a la
Constituyente.
El convoy opositor de Valencia esperaba llegar a Campo
de Carabobo, emblemático paseo en el lugar donde se peleó la definitiva batalla
por la independencia venezolana, pero tampoco pudo hacerlo entre nubes de
gases.
Las caravanas se desarrollaron en distintas regiones
del país y hasta jinetes se sumaron a la movilización en el estado Guárico
(centro).
La ola de protestas contra Maduro se desató el 1 de
abril por fallos con los cuales el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumió
las funciones del Parlamento, único poder que controla oposición, que consideró
ese hecho como un "golpe de Estado". El mandatario acusa a sus
adversarios de promover "actos de terrorismo".
Aunque las sentencias fueron anuladas tras fuerte
rechazo internacional, las manifestaciones continuaron.
Todo en medio de una severa crisis económica, con la
inflación más alta del mundo y escasez crónica de alimentos, medicinas y
productos básicos.
"Vamos a seguir en la calle, construyendo una
salida a la crisis", declaró a la AFP el diputado opositor Freddy Guevara.