Jueves 27 de
abril de 2017
WASHINGTON
(AP) — Donald Trump no es ni por asomo el primer presidente que lleva a la Casa
Blanca a sus hijos y parientes. A lo largo de la historia abundan los ejemplos
de mandatarios que hicieron de la presidencia un asunto de familia.
Dieciocho
hijos sirvieron en la Casa Blanca de sus padres, la mayoría con el título de
"secretario del presidente", según Doug Wead, quien fue funcionario
de George H.W. Bush y escribió libros sobre los hijos de los presidentes y
sobre la campaña del 2016. Catorce hijas o nueras cumplieron asimismo funciones
en la Casa Blanca, mayormente en actividades ceremoniales, aunque a veces de
forma más sustancial, de acuerdo con Wead.
Martha
Johnson, hija de Andrew Johnson, promovió ciertas causas y ayudó a elaborar
protocolos que todavía hoy se usan. Webb Hayes, hijo de Rutherford Hayes,
"prácticamente dirigió la Casa Blanca por su padre", acotó Wead. John
Eisenhower fue un asesor de confianza y protector de su padre, Dwight
Eisenhower. Anna Roosvelt fue con su padre a la conferencia de Yalta para
colaborar durante sus encuentros con Joseph Stalin y Winston Churchill, de
acuerdo con Wead.
Tampoco
sería una novedad si surgen complicaciones por los negocios de los hijos de un
presidente.
Jimmy
Roosvelt, hijo de Franklin y vendedor de seguros, generó un revuelo cuando se
supo que empresas importantes habían traspasado sus seguros a su firma tras la
elección de su padre.
A comienzos
de la década de 1990, Neil Bush, que fue director de una firma de ahorro y
préstamos que quebró, sostuvo que fue injustamente acosado por reguladores
federales porque era hijo del presidente George H. W. Bush. Fue exonerado.
Muchas
esposas se involucran en la presidencia también. Hillary Clinton encabezó un
fallido esfuerzo por reformar el sistema de salud y Nancy Reagan fue una
influyente asesora de su marido Ronald Reagan.