Miércoles 03 de junio de 2015 – 02:30 PM
LOS ANGELES (AP) — Preocupado y con la voz seria,
René Rodríguez dice que se necesita difundir el programa de refugiados para
menores centroamericanos.
Para el hondureño este asunto es de vida o muerte.
En abril envió una solicitud para pedir a su hija Jenny como refugiada y su
solicitud ahora está en proceso. Pero cuando fue a pedir información a su
consulado en Los Angeles, dice, nadie le pudo dar información sobre el Programa
para Menores Centroamericanos, CAM por sus siglas en inglés.
"Se necesita mucha información", dijo el
centroamericano de 49 años durante una conferencia de prensa el martes donde
organizaciones comunitarias anunciaron que promoverán el programa, que carece
de amplia difusión. "Cuatro de sus primos fueron asesinados y nosotros
estamos muy preocupados".
El anuncio es una reacción a la "poca
cantidad" de solicitudes presentadas hasta ahora desde que se creó el
programa en diciembre, dijo Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición por
los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Angeles, CHIRLA por sus siglas
en inglés.
"Hasta ahora pensamos que el programa iba a ser
popular. Debido a la poca cantidad de solicitudes, nos hemos puesto a
disposición de las organizaciones (que tramitan solicitudes) para regar la
voz", dijo Cabrera. "Es una falta de visión que se cree este programa
y luego no haya promoción".
Hasta el 26 de mayo, el programa había recibido 661
solicitudes de El Salvador, 155 de Honduras y 15 de Guatemala, divulgó el
miércoles la agencia de admisión de refugiados de Latinoamérica, en la Oficina
de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado.
El programa fue creado en diciembre por el gobierno
de Barack Obama en respuesta a la llegada de decenas de miles de menores a la
frontera entre México y Estados Unidos, la mayoría centroamericanos que
escapaban de la violencia en sus países. Ofrece estatus de refugiado a ciertos
menores que vivan en El Salvador, Honduras y Guatemala y que tengan al menos a
uno de sus padres en Estados Unidos.
Los padres no deben de ser ciudadanos pero si deben
de tener estatus migratorio legal, como residencia permanente o Estatus de
Protección Temporal.
La cantidad de solicitudes tramitadas hasta ahora
son pocas para los activistas, quienes dicen que más gente pediría el beneficio
si el programa fuera más conocido.
"Todavía existe la necesidad de pasar la voz.
El total no es tan alto como debería de ser, tratándose de Los Angeles, ciudad
con tantos inmigrantes", dijo Lilian Alba, directora de división del
Instituto Internacional de Los Ángeles, organización aprobada para tramitar
solicitudes.
Las únicas organizaciones que estaban promoviendo el
programa efusivamente eran las tres entidades acreditadas por el Departamento
de Estado para tramitar las solicitudes en el área de Los Ángeles.
Los consulados de Honduras, El Salvador y Guatemala
en Los Angeles no tienen afiches en sus oficinas ni información escrita sobre
el programa.
El cónsul de Honduras en Los Angeles, Pablo Mario
Ordoñez, dijo estar extrañado de que nadie en el consulado le haya dado
información a Rodríguez porque, insistió, el personal sí está dando
información.
"No sé porqué dijo eso (Rodríguez)",
agregó el cónsul. "Lastimosamente no ha venido mucha gente a buscar el
programa. Han venido personas pero todas han sido mujeres".
El consulado salvadoreño sólo tiene varios afiches
con mensajes para desalentar a los menores a viajar por tierra hasta la
frontera estadounidense. La cónsul de El Salvador María Mercedes López dijo que
sigue promoviendo el programa mayormente a través de charlas comunitarias y
entrevistas.
El Departamento de Estado, entre tanto, ofrece
información en su página web y promueve el programa a través de entrevistas con
reporteros.
Otras organizaciones que se comprometieron a
difundir el programa son: La Asociación de Salvadoreños de Los Angeles, el
Comité de Sunzeños en Los Angeles, el Consejo de Comunidades de El Salvador en
Los Angeles, Hondureños Unidos de Los Angeles y la Confederación
Centroamericana.