Domingo 31 de mayo de 2015 – 09:20 PM
El número de niños que sobreviven a los distintos
tipos de cáncer pediátrico se multiplicó por cuatro en Estados Unidos en los
últimos 40 años gracias a los avances registrados en los tratamientos en
términos de eficacia y de toxicidad, destacó un estudio revelado este domingo.
También la esperanza de vida de estos niños ha
aumentado, destacó el estudio, cuyos resultados fueron presentados en la
conferencia anual de la American Society of Clinical Oncology, reunida este fin
de semana en Chicago (Illinois, norte).
Hace cuarenta años, "sólo un niño cada cinco
sobrevivía al cáncer mientras hoy más de 80% están vivos cinco años después del
diagnóstico", subrayó Gregory Armstrong, pediatra-cancerólogo en el
hospital de niños St Jude en Memphis (Tennessee, sur).
Sin embargo, estos niños "crecen aún con un
riesgo acrecentado de morir como consecuencia de los efectos tardíos de su
enfermedad y de la toxicidad de los tratamientos", indicó.
Su equipo analizó los datos médicos de más de 34.000
sobrevivientes de tipos de cáncer pediátrico que tenían menos de 21 años en el
momento del diagnóstico.
Entre aquellos que están con vida cinco años después
del diagnóstico, la tasa de mortalidad cayó de 12,4% a 6% entre 1970 y 1990.
Investigaciones anteriores establecían que hasta 18%
de los niños que sobrevivieron cinco años a su cáncer murieron en los treinta
días siguientes al diagnóstico.
Según los investigadores las principales causas de
estos fallecimientos fueron el avance o la reaparición del cáncer, accidente o
suicidio o problemas de salud derivados de los efectos tardíos de las terapias.
Los investigadores detectaron una reducción de la
mortalidad debida a los efectos tardíos de las terapias sobretodo entre los
sobrevivientes a la enfermedad de Wilms, que afecta los riñones, y de la
leucemia aguda linfoblástica.
Las muertes vinculadas con problemas cardíacos
cayeron muy fuertemente entre los sobrevivientes de esos tres tipos de cáncer.
Estos alentadores resultados se explican porque los
cancerólogos están afinando los tratamientos, y en numerosos casos reducen su
intensidad sin disminuir su eficacia.
En los años 70. por ejemplo, 86% de los niños con
leucemia eran tratados por radioterapia craneana, contra apenas 22% en los 90.