Miércoles 27 de mayo de 2015 – 09:30 AM
Por Mike Collett y Brian Homewood
La policía suiza arrestó el miércoles a siete de los
ejecutivos más poderosos del fútbol mundial, entre ellos cinco dirigentes
iberoamericanos, y anunció una investigación sobre la adjudicación de las dos
próximas Copas del Mundo, sembrando confusión en la dirección del deporte más
popular del planeta.
Por su parte, las autoridades de Estados Unidos
dijeron que nueve altos cargos del mundo del fútbol y cinco ejecutivos de
empresas deportivas y de promociones se enfrentan la extradición desde Suiza
por una serie de acusaciones de corrupción que incluyen la aceptación de
sobornos por valor de 150 millones de dólares.
La fiscal general Loretta Lynch dijo que buscaba la
detención de otras personas en el caso de corrupción, mientras que el Departamento
de Justicia de Estados Unidos afirmó que el ex vicepresidente de la FIFA Jack
Warner solicitó 10 millones de dólares en sobornos al Gobierno de Sudáfrica
para que el país organizara el Mundial del 2010.
Entre los arrestados no figura el presidente de la
FIFA, el suizo Joseph Blatter, pero sí varios justo debajo de él en la
jerarquía del órgano deportivo más rico y poderoso del mundo.
La fiscal dijo que por el momento no se está
acusando a Blatter.
Entre los 14 acusados por el Departamento de Justicia
de Estados Unidos, siete empleados de la FIFA fueron arrestados en Zúrich,
incluyendo al vicepresidente Jeffrey Webb.
Los otros detenidos por el caso incluyen al
vicepresidente uruguayo de la FIFA y ex presidente de la CONMEBOL Eugenio
Figueredo; al venezolano Rafael Esquivel; a José Maria Marín, ex presidente de
la Confederación Brasileña de Fútbol; al dirigente deportivo costarricense
Eduardo Li; al nicaragüense Julio Rocha y al caimanés Costas Takkas.
Cuatro personas y dos acusados corporativos ya se habían
declarado culpables de varios cargos, dijeron las autoridades.
El Departamento de Justicia estadounidense también
dijo que el miércoles se estaban registrando las oficinas de la Confederación
de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) en Miami, Florida.
"Como figura en la acusación, los acusados
promovían una cultura de corrupción y codicia que creó un terreno dispar para
el mayor deporte en el mundo", dijo el director del FBI, James Comey.
"Los pagos ilegales y clandestinos de dádivas y
sobornos se convirtieron en una forma de hacer negocios en la FIFA",
agregó.
Los arrestos, por parte de policías suizos vestidos
de paisano, fueron realizados al amanecer en el lujoso hotel de Zúrich donde se
hospedaban los empleados de la FIFA, antes de las elecciones de esta semana
donde se anticipaba que escogerían a Blatter para un quinto mandato.
El secretario ejecutivo de la Confederación
Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), Francisco Figueredo, dijo a Reuters que
"no tenemos ningún comentario porque las autoridades están todas en
Zúrich”. A silencio también se llamó el presidente de la Asociación Uruguaya de
Fútbol (AUF), Wilmar Valdez, quien sostuvo que "no voy a hablar
públicamente todavía del tema".
El ex presidente de la CONMEBOL entre 1986 y 2013,
el paraguayo Nicolás Leoz, de 86 años, también fue acusado en el caso.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), de la
que Marín fue presidente entre el 2012 y abril de este año, además de ser el
jefe del comité organizador del Mundial del 2014, dijo a Reuters que no tenía
comentarios de inmediato sobre el tema.
"MOMENTO DIFÍCIL"
La FIFA dijo que los arrestos eran un "momento
difícil", pero que Blatter no renunciaría a su cargo y que los próximos
Mundiales se desarrollarían de acuerdo a lo planeado.
Independientemente de la investigación en Estados
Unidos, fiscales suizos dijeron que habían abierto sus propias indagaciones
criminales contra individuos no identificados por sospechas de mala gestión y
lavado de dinero vinculados a la concesión de los derechos para organizar el
Mundial 2018 en Rusia y el de 2022 en Catar.
Se confiscaron documentos y datos de los ordenadores
en la sede de la FIFA en Zúrich, dijeron los fiscales suizos. Además se
bloquearon varias cuentas en ese país tras los arrestos.
"La acusación afirma que la corrupción es
rampante, sistémica y profundamente enraizada tanto en el extranjero como aquí
en Estados Unidos", dijo a través de un comunicado la fiscal general de
Estados Unidos, Loretta Lynch.
"Abarca al menos dos generaciones de altos
cargos del fútbol que, como se les acusa, han abusado de sus posiciones de
confianza para quedarse con millones de dólares en sobornos y dádivas",
afirmó.
La FIFA recauda miles de millones de dólares en
ingresos, principalmente a través de patrocinios y derechos de retransmisión de
los Mundiales por televisión.
En particular, la entidad fue fuertemente criticada
por otorgar el Mundial de 2022 a Catar, un pequeño país desértico sin tradición
local en fútbol.
La FIFA se vio forzada a admitir que Catar era
demasiado caluroso para jugar al fútbol en verano, cuando se realiza
tradicionalmente el Mundial, obligando a reformular los horarios para cambiar
la fecha.
Hace tres años, la FIFA contrató a un ex fiscal estadounidense
para analizar las acusaciones sobre los procesos de adjudicación de los
Mundiales de 2018 y 2022, pero el año pasado se negó a publicar sus
conclusiones, divulgando sólo un resumen en el que decía que no se hallaron
grandes irregularidades.
La mayoría de los arrestados se encontraban en Suiza
para el Congreso de la FIFA, donde Blatter se enfrenta a la candidatura del
príncipe jordano Ali Bin Al Hussein en las elecciones del viernes. Otros
candidatos se retiraron de la contienda en los días previos.
El príncipe Ali, que prometió que limpiará a la FIFA
si es elegido como presidente, calificó lo ocurrido como "un día triste
para el fútbol".