Lunes 20 de abril de 2015 – 08:00 PM
Los cuerpos de seguridad hondureños desbarataron en
septiembre de 2014 un plan para asesinar al presidente de Honduras, Juan
Orlando Hernández, algo que fue confirmado entonces por EE.UU., informaron hoy
a Efe fuentes oficiales desde Tegucigalpa.
En el plan estuvieron involucrados guatemaltecos,
hondureños, colombianos y mexicanos que introdujeron armas al país, dijo el
ministro de Seguridad, Julián Pacheco, quien entonces era jefe de Inteligencia.
Algunos de los implicados en el plan, principalmente
los cabecillas, fueron capturados y devueltos a sus países, donde tenían
cuentas pendientes con la Justicia, según la información que por primera vez
dan a conocer funcionarios de la Administración de Hernández, que asumió el
poder el 27 de enero de 2014.
Las amenazas contra Hernández, quien hoy comienza
una visita a Washington, iniciaron cuando era presidente del Parlamento
(2010-2014), desde donde impulsó unas 23 leyes para el combate de la violencia,
el crimen organizado y el narcotráfico, recordó Pacheco.
Las nuevas leyes comenzaron a surtir efecto en el
país en 2014 con el desmantelamiento de bandas de narcotraficantes, la
incautación de varios bienes mal habidos y la extradición de alrededor de una
decena a Estados Unidos, acusados de introducir droga en este país, recordó el
alto funcionario.
Ante esa situación, "el hombre, el enemigo a
atacar es el presidente de la República, porque él es la cabeza visible de toda
la estrategia y quien les está atacando y les está haciendo daño" a los
narcotraficantes, subrayó Pacheco.
El canciller hondureño, Arturo Corrales, quien
entonces era ministro de Seguridad, dijo que el plan de asesinar al presidente
también fue confirmado por Estados Unidos, cuyas autoridades notificaron a
Tegucigalpa lo que estaba ocurriendo.
"Se sabe los montos que se estaban pagando, se
sabe las personas que vinieron a Honduras de origen mexicano, se sabe dónde
estuvieron operando, hay llamadas telefónicas, hay confesiones en las llamadas
telefónicas", enfatizó Corrales.
Agregó que el servicio de inteligencia del país
logró desbaratar el plan, lo que no solamente implicó la captura de nacionales
y extranjeros, sino que también se hallaron "armas que confirmaban la
forma en que iba a ser asesinado el presidente".
Corrales dijo que entonces, aún cuando se había
capturado a los presuntos responsables del plan para eliminar al gobernante y
atentar contra otros miembros de su familia, la denuncia no se hizo por deseo
del propio presidente.
"El presidente ahí tomo una decisión, para mí
estratégica, pero además valiente; obviamente, podían existir dos acciones, la
de introducir miedo para que se detuvieran las cosas, pero también meter
distracción de lo que se estaba haciendo", agregó.
En opinión del presidente, según dijo Corrales, era
más importante para él seguir con el plan global de todas las capturas y de los
desmantelamientos de las bandas que distraer recursos y capacidad en otras
cosas.
"Ni nos van a distraer a nosotros como
Gobierno, ni van a distraer al país con esta información, ni vamos a distraer
nuestros trabajos de seguridad, tenemos que seguirlos cumpliendo", fue la
respuesta de Hernández, acotó Corrales.
La fecha para asesinar al presidente que los
narcotraficantes habían programado era entre el 20 y 21 de septiembre, cuando
Hernández llegara en helicóptero al aeropuerto de la ciudad de Gracias, en el
occidental departamento de Lempira, de donde es originario, indicó el ministro
de Seguridad.
Para la operación, los implicados, además de tres
ametralladoras antiaéreas y otro tipo de armas, también adquirieron
motocicletas y cuatrimotos, todas confiscadas, para huir rápido del sitio donde
pensaban dar muerte a Hernández, añadió Pacheco.
Según Corrales y Pacheco, la intención de asesinar a
Hernández no ha surgido de una banda de narcotraficantes en particular, sino de
varias, por los golpes que han recibido desde que Honduras decidió enfrentar
con firmeza el tráfico de drogas, incautarles sus bienes y extraditar a EE.UU.
a los reclamados por ese país.
Una de las bandas de narcotraficantes acusadas por
Estados Unidos de introducir drogas al país es la de la familia Valle Valle,
quienes han sido extraditados desde Honduras.
El canciller Corrales dijo que el plan contra el
presidente "no se resume solo a ellos", los Valle Valle, porque la
campaña contra Hernández viene desde que era titular del Parlamento hondureño.
Corrales resaltó que según datos de Estados Unidos,
se ha reducido el aterrizaje de avionetas cargadas de droga procedentes de
América del Sur, de 460 en otros años, a catorce en 2014.
"Aterrizaban casi una y media diaria, y estos
no son datos nuestros, nosotros no contábamos con la tecnología de dar
información, nos la daba el Comando Sur", que ha destacado esta
disminución. EFE