Domingo 19 de abril de 2015 – 02:15 PM
Nélida Fernández
Caracas, (EFE).- Las bandas de delincuentes en
Venezuela han asesinado en lo que va de año a 45 policías de los diferentes
cuerpos de seguridad del Estado en Caracas. Sus motivos tienen que ver con el
robo del armamento oficial y el prestigio que se gana al eliminar a un
funcionario.
Las policías municipales, regionales, nacionales,
militares y hasta la científica han aportado nombres a la lista de caídos en lo
que va de 2015 a manos de delincuentes que, en varios casos, han usado incluso
armas de guerra para cometer los asesinatos.
Una de las últimas muertes, que ha causado conmoción
en la opinión pública, es la de la funcionaria de la policía del municipio
caraqueño de Sucre Polisucre, Osmary Tavare, de 27 años, asesinada a las 8.00
hora local (12.30 GMT) en una calle del este de la ciudad.
El suceso fue grabado por una cámara de seguridad de
la zona en el que se puede ver a una pareja de delincuentes que se trasladan en
motocicleta y se dirigen directamente al punto en el que se encuentra la
funcionaria junto a su compañero asignado y, sin mediar palabra, le disparan y
le roban su arma.
Su compañero trata de huir y otro delincuente lo
alcanza y lo golpea con el arma al no lograr dispararle.
"Osmary estaba en bicicleta, porque estaba en
una brigada ciclista, estaba con su casco, su chaleco, con todo, con su
compañero y pasó eso", dijo a Efe el alcalde de Sucre, Carlos Ocariz,
quien informó de que cinco de los 45 caídos en 2015 pertenecen a Polisucre.
"Necesitamos, el país completo necesita, una
emergencia nacional con el tema de la seguridad", señala Ocariz, quien
resalta que, cuando un policía es asesinado, el resto de la ciudadanía se
siente "absolutamente indefensa" pues "si eso le hacen a la
policía que está armada, que queda para el resto".
Según el alcalde "se ha generado como un modus
operandi entre las bandas delictivas (por el) que matar a un policía da un
estatus dentro de la banda".
Asimismo, dice Ocariz, el delincuente, que muchas
veces porta armas de guerra, aprovecha al funcionario caído para robar su
armamento y su motocicleta, un vehículo que pueden vender entero o por partes.
"El asesinato de los policías ha afectado a
todos los cuerpos policiales, independientemente de la ideología del gobernante
al que pertenece ese cuerpo de seguridad", resalta el funcionario, que
dice que el Ministerio de Interior, la policía científica y la Fiscalía, deben
dedicarse a investigar estos crímenes y actuar en función de la
"emergencia".
"Las policías municipales no tienen facultad
investigativa", recuerda.
Ocariz, además, coincide con el director de la
policía regional del estado Miranda (centro), Elisio Guzmán, que al referirse a
los asesinatos de funcionarios asegura que esto es algo "que va más allá
del robo del armamento".
"Ciudadanía indefensa ante ataques a policías
por parte de delincuentes dotados con armamento de guerra", se queja
Guzmán en su cuenta de Twitter.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) también ha
visto caer a varios de sus agentes a manos de delincuentes en los últimos
meses, incluyendo a un funcionario que murió el 29 de marzo pasado después de
que criminales le lanzaran una granada fragmentaria, mientras que algunos de
sus compañeros resultaron heridos.
El alcalde del municipio caraqueño de Chacao, Ramón
Muchacho, informó en su cuenta de Twitter el pasado día 15: "Anoche
perdimos a otro de nuestros funcionarios, otro Polichacao caído a manos de la
delincuencia que nos desangra", en referencia a la muerte del oficial
Daniel Serrano, asesinado para robarle el arma y la moto.
"Nunca había sido tan difícil ser policía en
Venezuela", agregó Muchacho.
Fuentes del Ministerio de Interior y Justicia
confirmaron a Efe que el asesino de Serrano ya fue capturado y que la policía
científica y organismos públicos han activado un operativo especial para dar
con los criminales de policías.
Según la organización no gubernamental Observatorio
Venezolano de Violencia (OVV) durante 2014 Venezuela registró 24.980 muertes
violentas, lo que supuso 82 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Estas cifras dejaron al país caribeño con la segunda
tasa de homicidios más alta del mundo, solo superada por Honduras, con 104,
según los estudios presentados por la Organización Mundial de la Salud. EFE