Martes
21 de abril de 2015 – 07:20 PM
NUEVA
YORK - “Las noticias de tragedias en el mar Mediterráneo –que dejan
cientos de personas, incluyendo niños, muertas o desaparecidas- se están
volviendo demasiado frecuentes y el coste humano es demasiado alto.
Dos
incidentes fatales en el Mediterráneo en dos días recalcan la necesidad de una
acción rápida, colectiva y valiente. Miles de personas han hecho un viaje
peligroso a Europa –desde hombres y mujeres, a veces familias enteras en busca
de seguridad y oportunidades en Europa, a adolescentes y niños- huyendo de
conflictos brutales como el de Siria. Al menos 1.600 han muerto en lo que va de
año, antes incluso de pisar suelo europeo.
Los
niños que hacen estos viajes están expuestos al abuso, a la explotación, a una
posible muerte y, si sobreviven, a menudo quedan en condiciones inseguras e
inadecuadas, y/o criminalizados. Esto supone una violación de la Convención
sobre los Derechos del Niño.
Pedimos
que todas las acciones sean guiadas por el interés de cada uno de estos niños,
en cada etapa del camino. Sin importar su estatus de refugiado o emigrante, los
niños deben ser atendidos en un lugar seguro –y no en centros de detención- con
acceso a educación, salud, servicios legales y sociales con la plena aplicación
de las salvaguardas existentes, especialmente para los más vulnerables.
Con
el comienzo del buen tiempo en Europa, cuando las cifras de migrantes suelen
aumentar, una acción decisiva podría evitar más muertes sin sentido. Esto
significa mantener las garantías ya existentes de la Unión Europea para los
menores no acompañados, reforzar las capacidades de búsqueda y rescate para
salvar y proteger vidas, perseguir a quienes trafican con personas, y abordar
las causas fundamentales de la migración en los países de origen –conflicto,
pobreza y discriminación- para evitar más pérdidas trágicas”.