Miércoles 08 de octubre de 2014 – 02:50 PM
AFP
Estados Unidos alertó de "una crisis mundial
urgente" por el ébola luego de la muerte de un paciente en Texas el
miércoles, cuando la cifra de fallecidos rondó los 3.900.
Mientras tanto, Madrid llamaba a la calma y trabajadores
sanitarios denunciaban la mala gestión del tema en España.
"El ébola es una crisis mundial urgente que requiere una
respuesta mundial urgente", dijo el secretario de Estado norteamericano,
John Kerry, poco después de conocerse la muerte por ébola de un paciente
liberiano en Texas.
Kerry, en conferencia de prensa con su homólogo británico,
Philip Hammond, subrayó la necesidad de colaborar internacionalmente con
unidades de tratamiento, personal, equipos de telecomunicaciones e
incineradores a fin de combatir esta mortal enfermedad contra la que no hay
medicamentos ni vacuna.
Poco después, la Casa Blanca informó que tomará la
temperatura de los pasajeros que llegan de Liberia, Guinea y Sierra Leona a cinco
de sus más importantes aeropuertos y el Pentágono anunció que enviará a 100
oficiales de Marina, que se sumarán a 350 ya en la región.
Los españoles, por su parte, trataban de entender cómo pudo
contagiarse una auxiliar de enfermería (Teresa Romero, de 44 años) que trató a
dos misioneros españoles diagnosticados en África y repatriados a España, donde
murieron.
"En este momento lo que tenemos que hacer es estar
atentos, pero manteniendo la tranquilidad", dijo el jefe del gobierno
conservador español, Mariano Rajoy.
Sin embargo, sindicatos y personal sanitario español
denunciaron una larga lista de fallos en la gestión de los enfermos de esta
fiebre hemorrágica, que en lo que va de año ha dejado 3.865 muertos entre los
8.033 infectados, según un recuento de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) de este miércoles.
Entre ellos, destacaron la repatriación
"improvisada" desde Liberia y Sierra Leona de los misioneros
enfermos, el poco entrenamiento del personal médico, el equipo insuficiente e
inadecuado y el uso imprudente de los residuos en España.
- "El miedo de no saber" -
En la noche del martes, Teresa Romero, la primera persona que
se contagió fuera de África, fue internada en el hospital Carlos III en Madrid.
"Estoy un poquito mejor", dijo Romero este miércoles
en una entrevista telefónica con el diario El Mundo.
Uno de los médicos que la atiende, Germán Ramírez, dijo a la
prensa reunida en la puerta del hospital que la técnica podía haberse
contagiado al tocarse la cara con los guantes.
"Lo que me ha transmitido es que con los guantes se toca
la cara, es lo que me ha dicho en tres ocasiones", dijo el doctor.
Al respecto, la propia Romero consideró que el problema
radicó en el traje de aislamiento: "Creo que el fallo está en quitarme el
traje. Lo veo como el momento más crítico, en el que pudo pasar, pero no lo sé
seguro", dijo al diario El País.
Una enfermera del hospital Carlos III que habló bajo
anonimato al diario Expansión aseguró que los trajes suministrados no cierran
bien y que se sellaban con cinta adhesiva en las muñecas y en las rodillas.
Otra fuente hospitalaria afirmó a la AFP que las ambulancias
estaban mal equipadas.
En la tarde del miércoles, médicos y enfermeros se
manifestaron frente a la clínica contra la gestión de los casos de ébola.
La fiscalía de Madrid abrió diligencias previas para estudiar
si pudo haber algún tipo de delito en este caso, informaron fuentes de la
fiscalía.
"Hay el miedo de no saber", dijo a la AFP Mar, una
vecina de Alcorcón, donde unos equipos especiales entraron en la vivienda de la
técnica sanitaria para desinfectarla.
Estos equipos también sacaron de la vivienda al perro de
Romero, Excalibur. Su eutanasia provocó reacciones airadas de grupos de
defensores de los animales, que trataron de evitar su traslado enfrentándose
con la policía con pancartas que decían: "Excalibur, the world is with
you" (Excalibur, el mundo está contigo).
Rajoy se comprometió a una "transparencia total en esta
materia". Los mensajes de tranquilidad también llegaron desde la OMS,
según la cual el riesgo de propagación del ébola en Europa "es evitable y
extremadamente bajo".
- Un fallecido en EEUU -
En Estados Unidos, John Kerry pidió a la comunidad
internacional hacer más en la lucha contra el virus, poco después de conocerse
la muerte de Thomas Eric Duncan.
El liberiano, que viajó a Texas a visitar a su familia y fue
internado en un hospital en Dallas el 28 de septiembre, fue la primera persona
que desarrolló los síntomas fuera de África.
Funcionarios de Salud estadounidenses monitorizan ahora a
docenas de personas que pueden haber estado en contacto con Duncan, en
particular a unas diez que corren gran riesgo de haber contraído el mal. Su
familia está aislada en su apartamento, resguardado por un policía.
Para evitar que esto se repita, los aeropuertos JFK de Nueva
York, Dulles de Washington, O'Hare de Chicago, Hartsfield-Jackson de Atlanta y
Newark Liberty de Nueva Jersey tomarán la temperatura a los pasajeros
provenientes de los países más afectados: Liberia, Guinea y Sierra Leona.
Los síntomas del ébola son fiebre, diarrea, vómitos y fuertes
dolores musculares y de articulaciones. Se transmite por el contacto con
fluidos corporales de una persona infectada o al tocar el cadáver de una
víctima.