Viernes
03 de octubre de 2014 – 11:00 AM
Habrá
algunas parejas que desafíen las rutinas que estamos por mencionarles, pero
cuando llevas años en la misma relación hay ciertas cosas que comienzas a hacer
“de cajón” y que son iguales para todas las parejas. ¿Cuántas de estas aplican
para ti?
Cenar
en el mismo restaurante
Es
divertidísimo probar cosas nuevas con tu chico pero cuando son las 10 de la
noche en martes, mueres de hambre y tienes cero ganas de experimentar, tus
tacos favoritos o ese lugar de comida china que queda cerca y siempre tiene
chow mein calientito es todo lo que quieres hacer.
Tomarte
selfies
Después
de tanto tiempo de relación por fin han descubierto el ángulo perfecto para
tomarse la foto. Quién detiene la cámara, quién se para dónde y para dónde
voltean es un arte que han perfeccionado a lo largo de miles de selfies. Claro
que de vez en cuando es bonito que otro te tome la foto para que salga completo
el paisaje, pero muchas veces ese “se las tomo” es más molestia que ayuda
(porque no hay una razón lógica para decir que no).
No
verlo sin tu pareja
El
nuevo capítulo de House of Cards no vale la pena el pleito que me voy a aventar
con mi pareja por haber visto algo sin él. Las series que vemos juntas son
sagradas, no se pueden ver con nadie más.
Hacerlo
sólo con él
Todas
las parejas lo tienen, en algún momento de andar con esta persona por tanto
tiempo nos cambian un hábito, algo que por años hicimos igual. Por ejemplo,
puede ser que por 25 años de tu vida hayas sufrido para despertarte temprano, y
que tu hora de despertar en fines de semana no sea antes de las 12 del día,
pero de pronto llega este novio que te convence de las maravillas de salir a
pasear al campo a las 8 de la mañana en tus días libres. Al principio lo haces
por compromiso, después por amor y al final te termina gustando y se convierte
en uno de tus hobbies, aunque tus amigas de toda la vida no lo puedan creer.
¿Él? Él aprendió de mí la importancia de ver las series en orden, de tener una
cuenta de Netflix y de usarla para ver una serie completa en menos de dos
semanas. Qué bonito es el amor.
Sexo
con la luz prendida
Después
de años de relación si esto era algo que te preocupaba al principio lo más
probable es que para ahorita te importe tan poco como ponerte ropa interior que
combine. Para este momento de tu vida sabes que tu chico conoce cada estría y
sabes que te ve hermosa (y tú le conoces cada pelo de la espalda). La confianza
apesta pero, ¡qué libertad!
Planear
a muy futuro
Cuando
empiezas una relación te da un poco de pánico hacer planes muy a futuro, como
comprar el vuelo para una boda que tienen el próximo año aunque hacerlo ahora
te cueste la mitad, porque uno nunca sabe cuánto tiempo va a durar con ese
novio. La maravilla de las parejas estables de mucho tiempo es la capacidad de
hacer estos planes. ¿Que compremos en febrero los vuelos de Navidad? ¡Por qué
no!
Absolutamente
nada
Cuando
para la pregunta ¿Qué vamos a hacer hoy? la respuesta “nada” es perfectamente
aceptable sabes que estás en una relación comprometida. No es “nada” del verbo
“salir con mis amigas y no te quiero ver” ni “nada” de “no hay plan padre así
que invéntate algo divertido”. En una relación de mucho tiempo “nada” significa
tele en pijamas aguadas, cena barata y cama antes de las 12 (aunque sea viernes
en la noche).
Tú,
¿qué haces con tu pareja que nunca pensaste que harías?