Jueves 25
de septiembre de 2014 – 01:20 - PM
Tegucigalpa,
Honduras - Mi nombre es Juan Orlando
Hernández, nací en la aldea de Río Grande, en el departamento de Lempira, una
de las regiones con mayor índice de desigualdad y pobreza, y comparezco ante
ustedes como Presidente de Honduras, un país pequeño pero con un pueblo que
lucha diariamente por avanzar y progresar, y que aspira a condiciones de una
Vida Mejor.
Nuestro país sufrió en el año 2009 una de las
peores crisis políticas de su historia, que nos dejó varios cientos de millones
de dólares en pérdidas, así como miles de familias divididas; esa crisis
ocasionó más daño que cualquier huracán u otro desastre natural, sin embargo
hoy podemos declarar que hemos superado esa crisis política, Honduras es un
país en donde se practica la democracia plena y existe completa libertad en la
escogencia de sus autoridades.
Además de la democracia representativa,
practicamos la participativa y prueba de ello es el diálogo que terminará con
un Pacto por Honduras, que será producto de escucharnos entre los diferentes
sectores de la sociedad en temas torales para nuestro pueblo. Nuestro plan de
todos para una Vida Mejor incluye cuatro pilares fundamentales: recuperar la
paz, generar oportunidades de inversión y empleo masivo, apoyar a las
familias en extrema pobreza, combatir la corrupción y promover mayor
transparencia en la cultura del pueblo hondureño.
Desde que asumí hace ocho meses, estamos
dedicados a recuperar la paz y la tranquilidad, creando oportunidades con
condiciones más justas para todos, pero necesitamos que más inversión llegue al
país para generar empleos que se traduzcan en mayores ingresos para nuestras
familias.
Con ese fin, Honduras hizo una reforma a la
Constitución, para crear una de las mejores plataformas en el mundo, para
inversión y empleo, muy innovadora, me refiero a las Zonas de Empleo y
Desarrollo Económico, más conocidas como Zedes.
El modelo Zede de Honduras no es otra zona
económica más como las 3 mil 500 ya existentes en el mundo; la nuestra es muy
diferente porque es integral. Es una jurisdicción de cuatro dimensiones: la
legal, económica, administrativa y política.
La Zede hondureña es una lead zone, que en
inglés se puede traducir como saltar hacia adelante y para Honduras la Zede nos
permitirá un salto competitivo y de bienestar. En lugar de entrar en una carrera
hacia abajo, Honduras decidió competir hacia arriba y le damos la bienvenida a
la inversión mundial a través de una jurisdicción especial de primer nivel. El
lugar optimizado para contratar la fuerza laboral más productiva y rentable y
siempre dentro de una ubicación privilegiada en el centro de América, uniendo
el Océano Pacífico con el Océano Atlántico.
En la dimensión legal la Zede, ofrece al mundo
el conocido sistema de ley común anglosajón, Common Law, el arbitraje
obligatorio y jueces internacionales.
En la dimensión económica ofrecemos
competitividad en un mercado abierto y con una normativa ágil y sencilla con
incentivos sumamente atractivos y sostenibles para la creación de buenos
empleos en las condiciones más dignas.
En la dimensión administrativa se ofrece una
estructura técnica, no política, sin trabas burocráticas, eficiente para las
empresas que deben operar con la velocidad de mercados y tecnología del Siglo
XXI y con plenas garantías de transparencia y seguridad dentro de un Estado de
Derecho.
Y finalmente para traer inversión de largo plazo
y asegurar empleos buenos, garantizamos la estabilidad política y transparencia
basada en tratados y acuerdos internacionales junto con el aval de una Comisión
Internacional de 21 Fideicomisarios, para asegurar el cumplimiento con las
mejores prácticas para el trabajador y el inversionista.
Les invito a descubrir esa gran oportunidad que
Honduras ofrece al mundo.
También hemos creado el modelo participativo de
empresas de Gobierno y el sector privado con capital mixto, es decir, las
alianzas público privadas. Estamos construyendo un corredor logístico
interoceánico para unir el Océano Pacífico con el Atlántico, lo que nos
permitirá una movilidad de carga entre ambos océanos en un tiempo menor de seis
horas, repito, menor de seis horas, aspirando a captar no menos de un cinco por
ciento de esa demanda de mover mercancías de un océano a otro.
Señoras y señores, hemos avanzado, pero también
reconocemos que falta mucho por hacer. Por ejemplo, existe un grave problema,
se ha incrementado la salida de hondureños al exterior, incluso ha producido
una inusitada migración de niños hacia el norte, muchos de ellos sin la
compañía de un adulto y como causa de ese problema, como génesis, encontramos
la violencia que provoca el tránsito de la droga por nuestro territorio, la
pobreza y la falta de oportunidades.
Y a este aspecto se le debe prestar especial
atención, sobre todo de parte de los países que tienen responsabilidad sobre
este problema, bien sea porque producen la droga o porque son el mercado donde
se consume. Creemos que esta es una responsabilidad compartida y ante el escaso
interés que muestran por resolver el problema que nos han creado, es mi deber
insistir en este tema en todos los foros que nos sea posible, porque debemos
hablar de este asunto de manera clara y contundente.
Nuestro territorio es hoy uno de los principales
campos de batalla de una guerra que no es nuestra. De una guerra que no
iniciamos y cuyas estrategias se deciden fuera de Honduras y que involucra a
los países consumidores de droga en el norte y a los productores de droga en el
sur.
Y esto más, un verdadero monstruo, un pulpo
criminal multinacional, sin nacionalidades, ni fronteras ni escrúpulos que se
dedican al traslado, comercialización, el consumo de droga y estimular la
demanda, especialmente en las sociedades más ricas.
En este camino, en este tránsito por Honduras,
termina la vida y la paz de nuestra gente, de nuestros jóvenes, de nuestros
niños… de nuestras mujeres. Desde los que orquestan y organizan la actividad
trasnacional dentro de nuestro territorio hasta los ciudadanos comunes y los
niños que se involucran como piezas del narcomenudeo y también quedan los
adictos, todos ellos afectados. Todos ellos ingresan en un camino sin retorno y
desgarra nuestra sociedad, destroza las familias, corrompe funcionarios y
destruye instituciones.
Yo les invito, preguntémonos, ¿quiénes son los
verdaderos culpables de esta cadena de muerte, de desgracias de llanto, de
sangre, de dolor?
No somos nosotros los hondureños, eso les puedo
asegurar. Necesitamos ponernos de acuerdo en foros como este sobre criterios y
verdades sobre el problema. No puede ser que en medio de la crisis coexistan,
sin que lleguemos a conclusiones útiles y sólidas, propuestas
basadas en la legalización, producción y consumo por un lado; y por el otro el
tráfico y consumo legal de la droga con otras basadas en librar una guerra sin
cuartel en todos los frentes, sin importar el costo.
Yo me pregunto y les invito a que se pregunten…
¿Quiénes son las verdades víctimas de esta desgracia?
Son víctimas todos aquellos cuyas vidas no
pueden transcurrir en paz, en las condiciones de la sociedad actual y también
aquellos que no pueden convivir en la sociedad sin la droga que consumen. Y
también la sociedad misma que no logra organizar de manera razonable sus
esfuerzos y sus recursos para generar oportunidades.
Honduras prácticamente no produce drogas y
prácticamente no las consume. Somos un territorio de paso de la droga.
Desgraciadamente nos toca poner el campo de batalla y los muertos. Ponemos los
recursos para convertir el tránsito por nuestro territorio, recursos que
dejamos de invertir en resolver nuestros problemas y desafíos para lograr el
desarrollo. Les reitero no somos los responsables de esa guerra. Creo que ha
llegado el momento de hacer lo que tengamos que hacer, respetando los derechos
humanos, de seguir lo que los expertos y nuestro sentido común nos
indica, de atacar el problema de raíz, de una vez por todas. De hacerlo todos
juntos y en toda la región afectada.
Debemos crear una fuerza multinacional, capaz de
enfrentar con éxito un fenómeno que es trasnacional, en su organización, su
mercado, en sus proyecciones y en su financiamiento.
Así como lo pidió esta mañana el Presidente
Obama, para enfrentar a los fundamentalistas radicales, yo pregunto, cuál es la
diferencia entre los efectos causados por el terrorismo de los radicales
fundamentalistas y el terrorismo de los que promueven el narcotráfico?
¿Cuál es la diferencia?
Hoy se habla de lo que sucede en otras regiones
del mundo, con niños, jóvenes, familias desplazadas por la guerra, la violencia
de los extremismos radicales, situación que como nación también nosotros
condenamos. Seguro que sí.
Sin embargo, ya poco se dice de la situación que
viven miles de familias del triángulo norte de Centroamérica. Yo quisiera
pensar que eso no va a quedar en el olvido. No lo podemos permitir como seres
humanos.
Vuelvo a preguntar en esta asamblea,
¿cuál es la diferencia entre los desplazados por violencia en otras regiones y
los desplazados por violencia generada por los traficantes de droga y el crimen
organizado transnacional?... ¿Cuál es la diferencia?
La diferencia es que estos desplazados y estas
miles de familias, niños y niñas, vienen a tocar las puertas de Estados Unidos
de Norteamérica. Por ello como región no podemos seguir ignorando este drama
humano que sigue afectando a miles de centroamericanos, especialmente a menores
migrantes no acompañados que en su camino a Estados Unidos han sido víctimas
del crimen transnacional, violaciones sexuales, trata de personas, tráfico de
órganos. Muchos de ellos han desaparecido en el desierto. No los podemos olvidar.
Estos niños merecen ser tratados con dignidad y
respeto.
Se trata de víctimas inocentes, d niños
inocentes, como sus hijos, como sus nietos, como los míos. Son seres humanos
vulnerables.
Quiero compartir que el día de ayer gracias a la
gentileza del Secretario General y en compañía de los cancilleres de las
repúblicas de Guatemala y El Salvador, entregamos a su excelencia, el
Secretario General de las Naciones Unidas, el Plan Una Alianza para la
Prosperidad, el cual define una ruta de apoyo, de oportunidades para que
nuestros compatriotas puedan tener el brazo solidario de todos en nuestro
territorio. Repito de todos, porque la causa es una responsabilidad de todos.
Una parte importante de la Migración Infantil es
la generación de oportunidades para sus padres allá en Centroamérica, ambos
están ampliamente vinculados con las políticas comerciales de Estados Unidos.
No estamos extendiendo la mano para pedir ayuda
económica o una limosna. Lo que pedimos es un tratamiento comercial justo, como
se hace con otros países del mundo. Lo que queremos es trabajar para generar
esas oportunidades.
Honduras respalda los esfuerzos de unir al
mundo, el mundo en paz y prosperidad a través del comercio justo y con mejor
acceso a los grandes mercados mundiales. Y dentro de esa visión y en el
contexto de las negociaciones actuales, demandamos que Honduras y Centroamérica
reciban el mismo trato comercial que reciben los países de Asia para competir.
Porque para ser francos, dando Estados Unidos a
otros países, preferencias arancelarias y reglas de origen dejando fuera de
este régimen a Honduras y Centroamérica, implicaría la pérdida de miles de
empleos en nuestra región, provocando que más niños vengan de este lado de la
frontera ilegalmente.
Presidente Obama, Congreso y Pueblo
Norteamericano, pueblo del mundo, Honduras está comprometido en resolver el
tema migratorio infantil y la lucha contra el narcotráfico y muchos de ustedes
lo saben claramente de nuestra determinación, pero sino existe un grado
razonable de coherencia en las políticas comerciales de nuestros países como
socios, cuál es el mensaje real a nuestros pueblos de Centroamérica. Que deben
esperar los niños hondureños y sus padres allá en Centroamérica.
Señoras y señores:
Dentro de tantos problemas a los que nos
enfrentamos los hondureños hemos aprendido a ver cada crisis como una
oportunidad, y en mi gobierno seguimos los principios cristianos de la
solidaridad y el bien común, promovemos el programa ambicioso que se llama Vida
Mejor y que con pequeños cambios resolvemos grandes problemas.
Me agrada ver que ahora algunos de los que
poseen las mayores fortunas económicas en el mundo, están promoviendo también
la solidaridad.
Y yo les invito a que nos preguntemos, ¿cuánto
dinero es suficiente para que una persona se sienta realizada?
How much money is good enough?
Hagámonos
esa pregunta.
Hace un par de días leía sobre las acciones
humanitarias que está emprendiendo uno de los hombres más ricos del mundo, el
Señor Bill Gates, que a través de su fundación está buscando mejorar la salud
de miles de familias pobres promoviendo la investigación científica en el
diseño de nuevos sistemas de saneamiento básico.
Y es que creo que el señor Bill Gates ya se
contestó esa pregunta.
How much money is good enough?
Y cómo
estamos trabajando en este foro, aprovecho este foro con las disculpas de la
audiencia, para invitar al señor Bill Gates, a acompañarnos en nuestro país
para que trabajemos en ese propósito común.
Es muy esperanzador que los que poseen la
riqueza mundial no estén buscando la fórmula de la eterna juventud o estén
enviando expediciones a otros planetas… por el contrario son sensibles a las
carencias de los hermanos más pobres, más necesitados y esto está sucediendo en
muchos países, de igual manera en Honduras, cuando muchos buenos empresarios se
han sumado a colaborar con el Programa Vida Mejor y en la generación de empleos
con responsabilidad social.
Y de eso se trata la solidaridad y la
responsabilidad social, pero no de aquella responsabilidad social romántica.
Sobre esto me encantaría citar las palabras del Papa Francisco que dijo: “Nunca
he visto un camión de mudanzas detrás de un cortejo fúnebre, nunca, pero existe
un tesoro que si podemos llevar con nosotros siempre, un tesoro que nadie puede
robar, no es lo que hemos ahorrado, si no lo que hemos dado a los demás”.
Piénsenlo. Analicen esas palabras.
Honduras es un país en donde el 43% de la
población pobre subsiste con menos de un dólar al día, cantidad que es
insuficiente para pagar la alimentación básica de una persona, por eso hacemos
grandes esfuerzos por atender a estas personas con el programa Vida Mejor y
lograr que nuestra gente viva más dignamente.
El programa Vida Mejor está diseñado para llegar
progresivamente a 835 mil familias que reciben asistencia para mejorar de su
vivienda, que incluye acceso a agua potable y saneamiento básico, techos y
pisos dignos, huertos familiares y además transferencias monetarias
condicionadas, a que los niños asistan a la escuela y al centro de salud y
cambien su cultura de vida para lograr una Vida Mejor.
Las mejoras a la vivienda incluyen el uso de eco
fogones o estufas limpias que reducen el consumo de leña y el humo que es
dañino para la salud de las mujeres y niños, que según la OMS cada año mueren
500 mil mujeres en el mundo a causa del humo, y solamente en centro américa
mueren unas 37 mil personas al año por la misma causa.
Con cada ecofogón o estufa limpia que estamos
instalando, contribuimos al resto del mundo y la humanidad a evitar destruir 15
árboles de tamaño medio, por año, ayudando a la protección de nuestro medio
ambiente.
En esto quisiera destacar la labor de la ex
secretaria de Estado Hillary Clinton por su iniciativa de una Alianza Global
para Cocinas Limpias, cuya meta es que para el año 2020 cien millones de
hogares cuenten con una cocina limpia. En este tema tenemos mucha coincidencia
con la visión de la Señora Clinton y estamos trabajando de manera fuerte en el
mismo.
Muchas veces cuando un presidente viene a la
Asamblea General de Naciones Unidas, se prepara para hablar con las palabras
más adecuadas, más precisas, a la altura de este importante foro
mundial. Pero más allá de las palabras, mi mensaje busca que se entienda, que
lo más importante es que todos seamos aceptados como ciudadanos del mundo.
Con los mismos deberes de luchar y defender
nuestro territorio y nuestras familias y el planeta con el derecho de aspirar a
un Vida Mejor y que la solidaridad de los que más tienen con los que tienen
poco, es imprescindible y si me mensaje de hoy llega y mueve algunas
voluntades, habrá valido la pena estar acá este día.
Yo les recuerdo que si somos parte de este foro,
que es el más grande el mundo, es porque somos considerados ciudadanos del
mundo, seres humanos con la misma dignidad y por tanto todos, absolutamente
todos somos iguales.
Honduras avanza, Honduras está cambiando. Un
saludo de Honduras para todos ustedes.
¡Muchas gracias!