Sábado 23 de agosto de 2014 – 07:00 PM
Cientos de residentes tomaron las
calles, algunos de forma espontánea, para protestar y demandar a la autoridad
municipal que hagan más para combatir lo que llaman “el turismo de borrachos”.
Aquí los turistas
hacen lo que quieren,” dijo Vicens Forner a El País. Un periodista local que
siguió a los turistas italianos desnudos por todo un barrio por espacio de tres
horas, dijo que los residentes se mostraron horrizados por el espectáculo.
Ahora Barcelona
comenzó el debate sobre qué tipo de turistas quiere en su ciudad, que ha visto
un aumento en el número de llegadas, de 1.7 millones en 1990 a 7.2 millones en
2012. Para dar una idea, la población de turistas llega a superar a la
población de personas que viven en Barcelona: 1.6 millones de residentes, quienes
se quejan constantemente del ruido, de las personas desnudas, de los ebrios en
las calles y de los disturbios.
"Imaginen que
viven en una pequeña casa con tres niños, sin empleo y sin dinero para tomar
vacaciones y tienes que levantarte con todos esos gritos y la fiesta de los
turistas en la puerta de al lado. Es insoportable", dijo Andrés Antebi.
Los residentes se
quejan de que las autoridades han actuado con lentitud para acabar con el
problema de los turistas “borrachos y pobres”, que afirman, está matando la
ciudad y convirtiéndola en otro Magaluf.
El problema es
inclusive para las autoridades municipales, que no tienen control sobre las
licencias para rentar. Por ejemplo, mientras que la autoridad tiene registradas
solo 72 liencias en La Barceloneta, en sitios de internet se pueden encontrar
hasta 600 lugares sin licencia.
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