Restos de hondureños repatriados es la expresión de la injusticia social prevaleciente en Honduras

Martes 22 de julio de 2014 – 08:20 PM

Periodista

Cuál es su opinión de ver a estas familias que se han ido en busca del “sueño americano” y regresan en féretro

Dr. Roberto Herrera Cáceres

Esa es la expresión de la injusticia social prevaleciente en Honduras donde el hondureño y la hondureña en su mayoría no ha podido encontrar formas de vivir junto con sus familias en condiciones de dignidad.

Los 11 restos que hoy se recibieron se entregó uno,  el resto se hará mañana.

He hablado con la familia a la que venimos acompañando desde hace ya varias semanas y hoy me hacían énfasis en que Leonel Dagoberto Rivera Cáceres, originario de San Esteban, había salido porque en Olancho no encontraba empleo, no encontraban  formas de satisfacer sus necesidades básica de vida y que él salió en busca de mejores oportunidades para él y para toda su familia.

El hombre murió en su transito pero pereció con dignidad.

Esa consternación debe ser nacional, ya no hablemos tanto de cifras, hablemos de cada hondureño, niño o adulto que perece por esas circunstancias.

Honduras tiene que cambiar, tiene que hacerlo ya, por esto tenemos que entrar ya a trabajar en los municipios directamente.

Ya  no tenemos que hablar de los grandes proyectos nacionales, está bien que avance, pero la vida real está en los municipios, allí es donde estamos en la proximidad verdadera de la familia, de su gobierno municipal y de todos lo lugares que le pueden propiciar una mejore condición de vida.

Todos los sectores debemos entrarle de lleno, Gobierno, sociedad civil, sector privado, unámonos, pero hagámoslo solidariamente y terminemos con las desuniones del pasado que solo nos han traído  atraso e injusticias como las que estamos viviendo.

Periodista

De qué departamento son los restos repatriados

Dr. Roberto Herrera Cáceres

Cinco de La Paz, dos de Comayagua y  uno de Olancho identificado como  Leonel Dagoberto Rivera  Cáceres de 48 años, padre de cuatro hijos  que emigró hacia Estados Unidos el 1 de abril del 2012, sus restos fueron entregados hoy a sus familiares  Raúl Rivera (hermano),  Marlon Danilo Rivera (hermano)  y su hija Jessica Yolanda Rivera y llevados a San Esteban, Olancho.

Nuestra delegada en Olancho Wendy Juarez les estará recibiendo en Olancho junto a los miembros de la corporación municipal donde le harán un homenaje.

Con el alcalde hemos establecido contacto para  que este compatriota tenga un entierro digno.

A los familiares les vamos a seguir acompañando.

Fallecidos violentamente en Cadereyta, Nuevo León, México

No	NOMBRE	PROCEDENCIA
1	Fabricio Anabel Suazo Padilla	La Paz
2	Javier Edgardo Tejeda Vásquez	La Paz
3	Ramón Antonio Torres Castillo	La Paz
4	Mauricio Francisco Suazo Mejía	La Paz
5	Elmer Said Barahona Velásquez	La Paz
6	José Enrique Velásquez Zelaya	Villa de San Antonio, Comayagua
7	Heber Josué Gonzalez Betancurth	Villa de San Antonio, Comayagua
8	Leonel Dagoberto Rivera Cáceres	San Esteban, Olancho

Antecedentes

Los 8 migrantes hondureños  fueron ejecutados el 13 mayo del 2012, en la masacre de Cadereyta, Nuevo León, México, donde murieron en forma violenta 49  personas.

El 17 de diciembre del 2013, en el consulado de México en Tegucigalpa, los familiares de las víctimas fueron notificados de la identificación de sus familiares a través del resultado del ADN.

Las notificaciones fueron realizadas en el marco del convenio de colaboración para la identificación de los restos localizados en San Fernando, Tamaulipas y en Cadereyta, Nuevo León que se llevó a cabo por conducto de una comisión forense integrada por la Coordinación General de Servicios Periciales y un Equipo Argentino de Antropología Forense.

Dicho convenio, suscrito por la Procuraduría General de la República en conjunto con diversas organizaciones de la sociedad civil,  fue publicado el 04 de septiembre de 2013 en el Diario Oficial de la Federación, en México.

El convenio de colaboración tenía como objeto la identificación y determinación de la causa de muerte de diversos restos que pudieran estar relacionados con homicidios de migrantes, como los 72 localizados el 23 de agosto de 2010 en San Fernando Tamaulipas.

Además, un mínimo de 193 restos localizados entre  abril y mayo de 2011 en fosas clandestinas de San Fernando, Tamaulipas y 49 localizados en Cadereyta, Nuevo León, el 13 de mayo de 2012.

El pasado 15 de julio, los familiares de 8 los hondureños, muertos violentamente hace más de 26 meses en Nuevo León, México, se reunieron con el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, quien ha hecho las gestiones correspondientes para darles un recibimiento digno.

Padre Aníbal Montoya, capellán de las Fuerzas Armadas

Que la flor,  símbolo de vida, esté en el corazón de sus familiares

Vamos a pedirle al señor por el eterno descanso de nuestros hermanos que ya hace algún tiempo partieron de este mundo pero que ahora nos reunimos con aquí con sus cuerpos, para orar por ellos.

Para los familiares de Leonel Dagoberto Rivera, la muerte definitiva es el olvido, la muerte física y biológica es la separación de un cuerpo pero ellos se quedarán eternamente muertos si los olvidamos, por eso, no olviden a Leonel, oren por él.

Imiten las buenas costumbres y las buenas enseñanzas de los  valores y principios que de él recibieron, ustedes como hermanos y como hija siempre oren por él.

Llévenle una flor donde va a estar sepultado si quieren pero,  sobre todo, que la flor  -símbolo de vida- esté en el corazón de ustedes, en el recuerdo imperecedero de un hermano, de un padre que quiso lo mejor para ustedes, que trabajó, luchó, formó un hogar, construyó una familia pero que ahora está descansando en la eternidad.

No olvidemos la suerte  de nuestros muertos, si  a la soledad y al silencio de la tumba le agregamos nuestro olvido entonces se quedarán de verdad, definitivamente muertos.

San Pablo nos recuerda, no olviden la suerte de sus difuntos y una  forma de manterlos vivos es en el corazón, en la mente, en el recuerdo imperecedero de ellos, imitando siempre las buenas cosas que de ellos aprendimos.

El Estado de Honduras cumple una misión, el Gobierno de México ha cumplido una misión, la parte diplomática de Honduras y de México, ahora  a los familiares y a los paisanos de ellos nos toca orar y agradecerle a Dios.

Que en el corazón  y la mente de su familia viva el eterno  recuerdo de un buen padre y de un buen hermano