Miércoles 18 de junio de 2014 – 07:10 PM
Río de Janeiro, 18 jun (EFE).- Una decepción
absoluta irrumpió hoy de nuevo en la selección española, que completó su
desastre en el Mundial 2014 con una derrota contra Chile y una eliminación
rápida, con un 0-2 con síntoma de fin de ciclo para la actual campeona del
mundo, irreconocible en el estadio Maracaná.
Una debacle sin matices, sin nada que objetar,
porque la defensa del título le ha durado 180 minutos en Brasil 2014, eliminada
en la primera fase como un equipo insignificante, doblegado por 1-5 por Holanda
y por 0-2 por Chile, que, en contraste, se siente importante en el Mundial, con
un veloz traslado hasta los octavos de final.
España se queda sin torneo, por más que aún le quede
el partido más intranscendente de su historia, el que cierra la primera fase
contra Australia, pero Chile avista el futuro con optimismo, con la convicción
y determinación que demostró ante la campeona mundial, a la que quizá le
faltaron esas cualidades, además de mucho fútbol.
La presión apagó a España. La sintió desde el minuto
1. La suya propia por la transcendencia del duelo y la que le imprimió Chile,
un equipo tan agresivo, tan intenso y tan compacto como se preveía en la
víspera, uno de esos conjuntos que convierten cada jugada en una cuestión de
supervivencia, que pelean el balón hasta el final.
No renuncia a arrebatar la pelota hasta que ya es
imposible, hasta que ya han sido superados por el toque de sus rivales. Poco o
nada lo logró España. Sólo alguna vez, en alguna maniobra rápida en tres
cuartos de campo, pero sin continuación ofensiva por falta de precisión en las
botas de Silva, Pedro o Diego Costa.
Ni Xabi Alonso, hoy irreconocible, ni Sergio
Busquets se sintieron con espacios para armar el juego, siempre con alguien al
acecho, con algún futbolista contrario pegado, como todos sus compañeros, como
una pesadilla repetitiva en cada 'combate' por la posesión, insuperable para
una España sin control y sin fútbol.
Cierto es que tuvo su oportunidad con 0-0 en el
marcador, en un rechace que recogió el propio Xabi Alonso y que resolvió con
agilidad Claudio Bravo, como tan cierto es que Chile al minuto 1 ya había
contado sus primeras dos ocasiones, ambas fuera por centímetros, y que se fue
al descanso con dos goles de ventaja.
Cuando parecía que ya había contenido la efervescencia
inicial chilena, cuando apuntaba más al área contraria, España falló en la
salida de la pelota. Xabi Alonso se la entregó a un contrario. No perdonó
Chile, que puso en marcha su maquinaría de velocidad trepidante, con un pase de
Alexis a Aranguiz y un tiro de Vargas.
Minuto 20. 0-1, sin opción para Casillas, desbordado
por el regate dentro del área del '11' de Chile, y la anticipación de un golpe
tremendo para España, sin reacción, sin respuesta, sin la fórmula para
contrarrestar y contestar, salvo en un empalme alto de Xabi Alonso y un remate
fuera de un Diego Costa intranscendente.
En el 43 ya eran dos tantos en contra. Un
lanzamiento de falta de Alexis Sánchez, siempre a tope en cada carrera, con
unas ganas evidentes en cada lance, la despejó Casillas de puños y, entre el
despiste defensivo general, la remachó Charles Aranguiz en el 2-0; peor
imposible para España, sin la rebeldía que pedía Del Bosque.
Una primera parte infame, una selección española por
recomponer y una segunda mitad por disputar, ya con Koke sobre el campo. El
joven futbolista, este miércoles debutante en un Mundial, fue el recurso del
que tiró Del Bosque desde el banquillo. Tiene mucho juego, corre como el que
más, ve el fútbol como muy pocos y marca diferencias.
En el sitio de Xabi Alonso. Del Bosque habló con él
durante unos segundos antes de entrar al terreno de juego, le dio un par de
palmadas y se puso a jugar. Mejoró España con él. Le dio toque, ritmo y pausa
al fútbol de su selección, pero no era el día del equipo. No tuvo ni puntería:
Busquets falló a puerta vacía en el 53. Y Claudio Bravo fue un muro: hizo una
gran parada a Iniesta y otra a Cazorla, cuando el encuentro ya se acercaba a su
conclusión.
En un estilo más cercano, con más dinamismo en medio
campo, pero tan esporádico que su reacción se quedó en nada superado el cuarto
de hora de la segunda mitad, compitió España en una carrera insuperable contra
el crono y el marcador que completó un Mundial desastroso para España, con seis
minutos de agonía más en el tiempo añadido. El campeón, eliminado en la primera
fase; Chile corre hacia octavos por goles, intensidad, fuerza y ambición.
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