El gobierno
de los Países Bajos se personó en el Tribunal Internacional del Mar por la
causa de los 28 activistas
LA HAYA / EFE
07 de
noviembre de 2013 05:00
Holanda se
personó en el Tribunal Internacional del Mar, con sede en la ciudad neerlandesa
de La Haya, por la causa de los 28 activistas de Greenpeace y dos periodistas
que viajaban en el barco de la ONG por aguas de Barents y que se encuentran
retenidos por las autoridades rusas desde hace más de un mes.
Los
magistrados holandeses pidieron su liberación y han mostrado el desacuerdo con
la actitud de Rusia de no presentarse ante el Tribunal. La defensa esgrimió en
la sesión celebrada ayer que Rusia «infringió la libertad de navegación» del
barco Arctic Sunrise y «violó los derechos humanos de esta tripulación». Añade
que «la detención del buque por las autoridades eslavas, sin consentimiento de
Holanda -cuando los activistas intentaban auparse a una plataforma petrolífera
de Gazprom- viola la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar».
Los
activistas de Greenpeace detenidos en Rusia deben responder a acusaciones de
piratería, delito castigado con 15 años de prisión, y de vandalismo, con penas
de 7 años de cárcel.
La no
comparecencia de Rusia a la audiencia -la primera vez en la historia de este
tribunal en la que una parte no concurre- ha indignado a los servicios
diplomáticos holandeses, cuyo ministerio de Exteriores es el encargado de la
defensa de los activistas de Greenpeace. Sin embargo, los expertos aseguran que
Rusia, aunque se ausente, tendrá que acatar el fallo, cuyo contenido se
conocerá el próximo 22 de noviembre.
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