Nueva York
(AFP)
China, Rusia,
Cuba y Arabia Saudí obtuvieron este martes asientos en el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU, a pesar de las feroces críticas de activistas de derechos humanos
por los antecedentes en la materia de esos países.
La Asamblea
General de las Naciones Unidas aprobó la renovación de 14 de los 47 miembros
del Consejo, que tiene sede en Ginebra y cuya importancia diplomática sigue
aumentando, por la guerra en Siria y otros conflictos.
El Consejo,
que empezará a reunirse el 1 de enero, será uno de los más divididos desde su
creación, en marzo de 2006.
Francia y
Gran Bretaña retornaron al organismo. Además, este martes fueron elegidos
Sudáfrica, Argelia, Marruecos, Namibia, Maldivas, Vietnam, México y Macedonia.
La región de
América Latina fue una de las más competidas en la votación de este martes:
Cuba obtuvo 148 votos, México 145 y Uruguay 139.
"Con el
retorno de China, Rusia, Arabia Saudí y Cuba (al consejo), los defensores de
los derechos humanos tendrán mucho más trabajo en el Consejo el próximo
año", destacó Peggy Hicks, de Human Rights Watch (HRW).
"Los
estados verdaderamente comprometidos con el impulso de los derechos humanos
deberán redoblar sus esfuerzos en temas clave, como hacer justicia en Sri
Lanka, graves abusos en la República Centroafricana y la crisis en Siria",
añadió.
HRW y otras
organizaciones de defensa de los derechos humanos critican la presencia de
países como Cuba, China y Rusia en el Consejo.
Los miembros
del Consejo son elegidos para un mandato de tres años. No pueden ser
inmediatamente reelegidos tras haberlo integrado durante dos mandatos
consecutivos, es decir, seis años.
Su finalidad,
precisa el sitio de internet de la ONU, es "abordar situaciones de
violación de los derechos humanos y emitir recomendaciones al respecto".
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