Yang Huiyan es la mujer más rica de China, con una fortuna
de 6.375 millones
Es la primera de las seis chinas que se ubican en el 'top
ten' de las más acaudaladas del mundo
El sector inmobiliario de China no sabe de burbujas. O, por
lo menos, no conoce el efecto de su explosión. El precio de las propiedades
sube y sube, y cuando parece que las medidas introducidas por el Gobierno para
enfriar el mercado van a hacer efecto, vuelve a subir. Así, la vivienda se ha
convertido ya en un sueño inalcanzable para la mayoría de la población, que
necesita varias vidas para pagar un apartamento en su ciudad. Pero una pequeña
minoría se ha hecho de oro. Lo sabe bien Yang Huiyan, que vuelve a convertirse
en la mujer china más adinerada seis años después de haberse aupado por primera
vez a lo alto del podio.
Según el informe que realiza cada año en Shanghái el
Instituto de Investigación Hurun -el equivalente chino a la lista que
elabora Forbes-, la hija del fundador de la promotora
inmobiliaria amasa, a sus 32 años, una fortuna de unos 51.000 millones de
yuanes. 6.375 millones de euros al cambio que convierten a Yang en la octava
persona más rica del país. Claro que, a diferencia del resto de nombres de la
lista de Hurun, la suya es una riqueza adquirida.
Su padre, Yang Guoqiang, que fundó la empresa Country Garden
Holdings en 1997, le transfirió el 70% de las acciones antes de su salida a
bolsa, en 2007, para que pudiese ejercer el control de la compañía. La
revalorización del 60% que han vivido los títulos en el último año han vuelto a
lanzar a Yang al estrellato. Y, a juzgar por la mejora en la nota que le otorga
la agencia de rating Moody’s -de Ba3 a Ba2-, parece que no se va a
apear de él.
Pero la luz de los focos no le resulta cómoda. De hecho,
aunque con solo 22 años ya tenía grandes responsabilidades en la empresa, nunca
ha demostrado públicamente gran ambición. De pequeña quería ser profesora,
pero, como muchos
otros chinos de la segunda generación de millonarios, sus padres la
enviaron a formarse en el exterior antes de ponerla a los mandos del negocio
familiar. Su licenciatura lleva el sello de la Universidad del Estado de Ohio,
y quienes estudiaron con ella la recuerdan como una chica cualquiera. “Ha
supuesto un shockenterarme de que es la mujer más rica de China”,
reconoció uno de sus compañeros, Yang Xuefeng. De hecho, Yang no llamó la
atención hasta que contrajo matrimonio en 2007 con el hijo de un alto cargo
chino tras una cita a ciegas. Y luego se esfumó.
“Las empresarias multimillonarias chinas ya no son un
fenómeno exclusivo del país. Se han convertido en un fenómeno global que gana
cada vez más reconocimiento”, sentenció el director del Informe Hurun, Rupert
Hoogewerf, durante la presentación de los resultados de este año. No en vano,
las mujeres del país de Mao copan ya las primeras posiciones en el listado de
las más adineradas del mundo. Seis de las diez primeras tienen nacionalidad
china. Y todo apunta a que su presencia se intensificará.
Porque, según el estudio realizado por la consultora
estadounidense Grant Thornton, por primera vez este año ellas copan el 51% de
todos los puestos directivos de la segunda economía mundial, lo cual supone el
porcentaje más elevado del mundo. Además, la edad media de las chinas más ricas
es de 48 años, cuatro menos
que la de sus compatriotas varones. Donde no se ven grandes
diferencias es en su ocupación. Según Hurun, el 25% de las multimillonarias
chinas están relacionadas con el sector inmobiliario -un porcentaje similar al
de los hombres-, y el 18% trabaja en servicios financieros.
¿Pero por qué tienen las chinas más éxito que las mujeres
del resto del mudo? “Una de las razones está en la política del hijo único, que
les impide hacer un parón en su carrera profesional durante tanto tiempo como
una mujer que tenga dos o tres descendientes”, explicó Hoogewerf. “Y luego está
el hecho de que en la sociedad china los abuelos son los que muchas veces
cuidan a los niños, algo que da a la mujer más tiempo para sí misma”.
Fuente: diario El Pais
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