En una emboscada, cuando se encontraban en el cumplimiento de sus funciones, dos jóvenes agentes de la Policía Nacional y futuras promesas en la institución, fueron asesinados en horas de la madrugada de ayer, en el sector ocho de la colonia Cerro Grande, en Comayagüela.
Las víctimas fueron identificadas como Kenneth Ricardo Flores Alvarado (26) y Carlos Alfredo López Mendoza (28), asignados a la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria. Ambos pertenecían a la promoción 98.
López Mendoza era originario de Danlí, departamento de El Paraíso, era padre de una menor, mientras que Flores Alvarado era originario de la capital.
PATRULLA ESTACIONADA
La notificación sobre el crimen se dio tras una denuncia por parte de la línea de emergencia 911, a eso de la 1:00 de la madrugada, en la cual se mencionaba que una patrulla se encontraba en el mismo lugar hace varias horas.
De inmediato, agentes se movilizaron en la RPM 501 a la colonia Cerro Grande, sector 8, en Comayagüela y llegando al sector fueron recibidos por los guardias de seguridad del lugar, los cuales les manifestaron que una persona en un vehículo turismo, aparentemente de color rosado, con un golpe en el bómper, les avisó que había una patrulla estacionada y un policía tirado en el suelo.
También estaba un arma cerca del cuerpo, por lo que ingresaron al lugar, encontrando a uno de los uniformados frente a la RPM 517 y metros más adelante, sobre un bordo, estaba otro policía fuera de la calle, boca abajo, con disparos en su cabeza, por lo que de inmediato notificaron vía radio para pedir apoyo y reportar lo sucedido.
RECIBEN LLAMADA
El subinspector Daniel Girón relató que antes del crimen recibió una llamada del policía Carlos López (ahora occiso), después de que reportara vía radio que la denuncia que iban a cubrir era negativa.
Continuó relatando que la víctima le manifestó que tenían requeridas a unas personas y que aparentemente uno se identificó como supuesto oficial de la Policía, de la promoción 37, sin embargo, el subinspector contó que por un momento dejaron de contestarle y se escucharon varios disparos.
Asimismo, dijo que López no alcanzó a mencionar en qué sitio se encontraban y después fueron notificados del crimen.
Al llegar a la escena del hecho, los cadáveres de los policías tenían sus armas de reglamento, tipo pistola, pero los compañeros mencionaron que uno de ellos andaba su fusil, el cual no fue encontrado en la escena.
Según lo que manifestaron otros compañeros policías, ambos fallecidos fueron a evacuar una denuncia por escándalo en vía pública, en la colonia Cerro Grande sector 8, a lo cual acudieron y reportaron vía radio que llegaron al lugar y no encontraron a nadie.
Uno de los agentes asesinados que estaba fuera de la calle, portaba su arma en su funda y un teléfono celular en la mano.
El personal de Medicina Forense y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), a través de Inspecciones Oculares, realizó el levantamiento de los cuerpos y los trasladó a la morgue del Ministerio Público (MP), para la autopsia respectiva, la cual comenzó a las 2:00 de la madrugada y finalizó a las 4:00 am.
El médico forense del levantamiento reportó que las víctimas tenían entre una a tres horas de haber fallecido.
A la morgue llegaron varios de sus compañeros agentes policiales quienes lamentaron y repudiaron el hecho criminal.
A eso de las 12:20 del mediodía, fueron retirados los cadáveres de los dos policías; los compañeros realizaron una especie de valla y cargaron los féretros de ambos oficiales.
Durante el traslado al carro fúnebre, uno de los compañeros detalló que por el doble crimen, equipos especiales se encuentran en proceso de investigación, trabajando en el esclarecimiento. (XM)
PADRE DE UNA DE LAS VÍCTIMAS
“Lo recuerdo como un muchacho alegre”
El padre del joven policía Carlos Alfredo López, expresó que “hay que ser valientes un poco, ellos estaban cumpliendo con su deber, hay que ver que la delincuencia es muy grande en Tegucigalpa y en todo Honduras”.
“A él siempre le gustó la Policía, él me dijo que lo inscribiera en la Policía, luché por él, lo logré instalar, dándole todo en los primeros 11 meses que los tienen a ellos, tenía alrededor de tres años de pertenecer a la Policía”, indicó.
Recordó que su hijo le llevó a presentar a su nieta y a la mamá de la menor, el domingo anterior, cuando se celebraba su cumpleaños.
Confirmó que lo sepultarán hoy, en Danlí, El Paraíso, “lo recuerdo como un muchacho muy alegre, fuerte, siempre pensamos que él iba seguir adelante y luchar por lo que quería”. (XM)
INVESTIGACIÓN
¿QUÉ HABÍA EN LA ESCENA DEL CRIMEN?
Los técnicos de Inspecciones Oculares encontraron siete casquillos de arma de fuego, aparentemente de 9 milímetros, con leyenda Águila MM; un cartucho de metal de aparente fusil, con leyenda Águila rem 223, y un arma de fuego tipo pistola, negra, marca Jericho, serie 47353874.
Asimismo, hallaron un cargador conteniendo en su interior siete cartuchos sin percutir, un teléfono celular gris, marca Samsung Galaxy Note 8, con protector blanco con negro y un arma de fuego tipo pistola, negra, marca Jericho, serie 39304977 de la Policía Nacional, con su respectivo cargador, el cual no cuenta con ningún cartucho.
En el vehículo tipo patrulla había un cuaderno único azul, con letras Copán, sin apertura ni cierre, foliado y sellado, en el cual finaliza la novedad en el folio 178.
La patrulla con registro PN-517, donde se transportaban las víctimas, fue entregada en calidad de depósito, autorizado por el fiscal de turno, al no tener ningún indicio.
En la residencial donde fueron ejecutados hay cámaras de seguridad privada, por lo que de inmediato se procedió al decomiso de las cintas de video.
Los guardias de seguridad fueron trasladados a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), en la colonia Kennedy, en Tegucigalpa, para tomarles su declaración en cuanto al hecho, ya que a un guardia de seguridad le pareció observar que a la patrulla ingresaron tres uniformados. (XM)
.jpg)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario