La República Checa ha abierto un nuevo capítulo de tensiones con Moscú al acusar a sus servicios secretos de sabotaje y expulsar a 18 empleados de la embajada rusa en Praga, identificados como espías, al tiempo que espera obtener en este paso sin precedentes el apoyo de la UE y de la OTAN.
"El paso que hemos dado no tiene precedentes", reconoció este domingo el ministro de Interior y titular interino de Exteriores, Jan Hamacek, quien resaltó que se ha informado a la Unión Europea (UE) y la OTAN sobre el supuesto caso de sabotaje de 2014. EFE
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