Por: Hugo Noé Pino
¡No se vale! Llegar a diputado del Congreso Nacional violando la ley.
¡No se vale! Decirle a Alfredo Lara en junio de 2009 que la destitución del presidente Manuel Zelaya era lo que procedía en el Congreso porque a veces se debe anteponer lo político a lo legal.
¡No se vale! Acusar a un Fiscal General de corrupto y una vez que el fiscal renuncia, dejar las cosas en nada.
¡No se vale! Destituir ilegalmente a magistrados de la Sala Constitucional porque fallaron en diferentes oportunidades en contra de leyes que violaban la Constitución.
¡No se vale! Acusar a los magistrados de la Sala Constitucional de vinculaciones con el narcotráfico y una vez destituidos dejara las cosas en nada.
¡No se vale! Sustituir los magistrados destituidos por incondicionales que dirán sí a la reelección ilegal.
¡No se vale! Haber gastado 1,000 millones de lempiras de los impuestos de los hondureños en cemento para hacer campaña política en las elecciones de 2013.
¡No se vale! La serie de irregularidades en el proceso electoral de 2013 y haber aprobado una gran cantidad de leyes no discutidas en el Congreso.
¡No se vale! Imponer una reelección ilegal que culmina en uno de los fraudes más grandes y evidentes en la historia del país, con tantos vicios de nulidad que ameritaba, al menos, su repetición.
¡No se vale! Seguir los dictados de los organismos financieros internacionales si un plan económico propio y beneficiando solamente a la elite económica.
¡No se vale! Ayudar a elevar el déficit fiscal en 2012 y 2013 por razones electoreros para luego imponer un ajuste fiscal en el que la mayoría de la población paga la factura.
¡No se vale! Colmar de beneficios a sectores económicamente poderosos, mientras el pueblo se sume en el desempleo y la pobreza.
¡No se vale! Que después de ser cómplice en provocar el déficit fiscal más alto sufrido por el país en la presente década y por cerca de 30,000 millones de lempiras se adquiere un avión de $30 millones de dólares para alimentar la vanidad de pasear por medio mundo.
¡No se vale! Convocar a un diálogo político a sabiendas de no estar dispuesto a ceder nada.
¡No se vale! Seguir una política de despojo de los bienes públicos a través de concesiones público-privadas amañadas.
¡No se vale! Las reiteradas violaciones a los derechos humanos y la precarización del empleo (entre otras medidas, la Ley de Trabajo por Hora y la deficiente cobertura de la Inspección Laboral).
¡No se vale! La corrupción gubernamental de los últimos 10 años, mientras hospitales y escuelas carecen de instalaciones, materiales y condiciones mínimas de operación.
¡No se vale! Que ante la sospecha de vínculos con el narcotráfico se mantengan los personajes en sus cargos cuando lo pertinente (en un país serio) es apartarse para facilitar las investigaciones del caso.
¡No se vale! Mantener a la población en la tensión e incertidumbre actual dado la ilegalidad, ilegitimidad y falta de credibilidad del gobierno.
¡Sí se vale! Que Juan Orlando Hernández se retire del gobierno lo más pronto posible para que Honduras entre en un proceso de construcción de una verdadera democracia participativa y una economía incluyente.
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