Miles de damnificados que dejaron las tormentas Iota y Eta en el norte de Honduras, que llevan tres semanas sobreviviendo en las medianas de autopistas enfrentan desde este martes otro problema: un frente frío que entró desde el Caribe, acompañado de más lluvias.
Desde la ciudad de El Progreso, pasando por La Lima, hasta llegar a San Pedro Sula, largos tramos de la autopista, de unos 27 kilómetros, tienen en su mediana a miles de personas que han levantado campamentos con palos y plásticos, por mientras regresan a sus comunidades que siguen inundadas, al menos los que no perdieron su casa. EFE
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