El confinamiento forzado que viven los hondureños desde hace cuatro meses por la pandemia del COVID-19 ha infundido miedo, pánico y tristeza entre muchos estudiantes universitarios, pero además ha despertado en ellos una mayor conciencia social y solidaridad con los más necesitados.
Las cifras de la enfermedad siguen en alza cuatro meses después de que fueran confirmados los primeros contagios. EFE
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