El Gobierno español anunció este martes el plan para devolver al país a la normalidad tras la pandemia de coronavirus, que se llevará a cabo en cuatro fases, desde mayo y previsiblemente hasta finales de junio, y se aplicará en los distintos territorios según la evolución de la enfermedad.
Con este plan, el Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez quiere reanudar la actividad socioeconómica de España, fuertemente afectada ya por el desempleo tras un largo periodo de confinamiento y duras medidas restrictivas.
Cada fase incluye mayores niveles de apertura en comercios, hostelería y actividades culturales, deportivas y religiosas, explicó en una declaración televisada Sánchez, quien avanzó que los colegios retomarán su actividad por norma general en septiembre.
El plan, aprobado hoy por el Consejo de Ministros, parte de una denominada fase 0, y que se aplicará a casi todo el país desde el lunes próximo, y cada territorio podrá avanzar cada dos semanas a la siguiente etapa en función de sus avances en el control de la enfermedad.
Esta fase 0 parte de la situación actual a la que se añadirá una limitadísima apertura en el pequeño comercio, por ejemplo en restaurantes (para recoger comida) o peluquerías, siempre con cita previa.
RECUPERAR LA NORMALIDAD, SIN PONER EN RIESGO LA SALUD
El objetivo de este plan gradual "es recuperar la vida cotidiana sin poner en riesgo la salud colectiva", afirmó Sánchez, quien también advirtió de que "no habrá movilidad" entre las provincias e islas del país "hasta lograr la nueva normalidad".
Sánchez recordó que está previsto que desde el próximo sábado, si la evolución de la enfermedad sigue como hasta ahora, los españoles podrán salir a hacer ejercicio en solitario o para pasear con las personas con las que convivan.
Cuatro pequeñas islas en las que no ha habido casos de coronavirus en varias semanas entrarán ya en la fase 1 el próximo lunes.
A partir del 11 de mayo las autoridades evaluarán los avances en el control de la pandemia y podrían incluir a nuevos territorios en la fase 1.
Esta etapa 1 permitirá, por ejemplo, aumenta la apertura de la hostelería a las terrazas (al 30 por ciento de su capacidad) y la reanudación de la actividad de los hoteles, aunque no de sus zonas comunes.
También se reabrirá parcialmente la actividad del pequeño comercio, con horarios específicos para la población de 65 años, la más vulnerable, y se reforzará el transporte público.
Además, podrán reabrir los lugares de culto religioso, a un tercio de su aforo, y se reanudarían los entrenamientos de las ligas deportivas profesionales.
Sánchez anunció que la apertura del curso escolar "será en el mes de septiembre", aunque se contempla la apertura excepcional de centros para la conciliación y actividades de refuerzo, así como para las pruebas de acceso a la universidad.
Las aperturas de las actividades serán mayores en cada nueva fase y, si todos los territorios cumplen los avances en el control de la pandemia, España podría volver a una situación de normalidad "a finales de junio", explicó el jefe del Gobierno español.
DATOS EN CONTINUA MEJORÍA
España es uno de los países más golpeados de la pandemia en todo el mundo con 23.822 muertos y 210.773 casos, según las últimas cifras divulgadas hoy.
El número de fallecidos diarios por coronavirus bajó hoy a 301, desde los 331 de la jornada precedente, y los nuevos casos confirmados continuaron su caída hasta los 1.308 confirmados por pruebas PCR, anunció el Ministerio de Sanidad.
El número de curados vuelve a superar al de diagnosticados por quinto día consecutivo, ya que 1.673 personas recibieron el alta en las últimas 24 horas, un total de 102.548 desde el inicio de la pandemia.
Estas cifras reflejan que la constante mejoría en la evolución de la enfermedad en la que se está basando la vuelta gradual a la normalidad.
De los 500 muertos aproximadamente de cada jornada hace dos semanas se pasó a unos 400 hace una semana y a unos 300 los últimos días, lo que representa una "evolución muy rápida", destacó hoy el portavoz del Ministerio de Sanidad para la pandemia, el epidemiólogo Fernando Simón.
Sin embargo, recalcó que es necesario "mucho cuidado" y cumplir a rajatabla las normas de desescalada para evitar que la propagación del virus vuelva a incrementarse.
FUERTE GOLPE AL EMPLEO
Mientras la lucha sanitaria contra la pandemia da sus frutos, el impacto de la COVID-19 sobre la economía española sigue creciendo, siendo especialmente duro con el mercado laboral.
Hoy se informó de que en el primer trimestre del año se destruyeron 285.600 empleos, prácticamente todos debido a las restricciones para frenar la pandemia, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Además, el número de personas desempleadas se incrementó en 121.000 hasta los 3,31 millones, lo que eleva la tasa al 14,41 %, el mayor alza en un trimestre desde hace siete años en España.
Con esas cifras, el presidente de la entidad que agrupa a las organizaciones empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, pidió hoy que la actividad económica vuelva cuanto antes para "evitar más dramas económicos".
"El país debería ponerse en marcha", recalcó Garamendi en una entrevista radiofónica, en la que recordó que países cercanos como Alemania, Francia o Italia "están ya con la desescalada".
También incidió en que los pequeños comercio y bares, "si no abren ya, muchos no podrán volver a abrir", y que todos los sectores relacionados con el turismo "lo van a pasar especialmente mal". EFE
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