Las protestas se han repetido por todo Chile, tras el cuarto día de disturbios, incendios y saqueos, mientras el estado de emergencia y el toque de queda se extienden de norte a sur y asciende hasta 13 la cifra de fallecidos.
Con el paso de los días las manifestaciones se han irradiado desde Santiago hacia casi todas las regiones de Chile en un estallido social que se prendió con el alza en el precio de los pasajes de metro en la capital chilena, la gota que colmó el vaso de la paciencia de los ciudadanos.