18/09/2017
El Parque de los Príncipes vivió ante el Olympique de
Lyon el primer problema en su paraíso. El hecho de tener más de un gallo en el
mismo corral genera ciertos problemas, tanto a la hora de atacar como a la hora
de defender, pero especialmente en el balón parado. Es lo que ocurrió en el
encuentro ante el equipo del ex madridista Mariano. En una pena máxima, Cavani
cogió la pelota para disparar y Neymar se acercó, queriendo ser él quien ejecutara
el penalti. El uruguayo no le dejó y el brasileño se marchó del lugar
cabizbajo, negando con la cabeza. Para colmo, Cavani falló el lanzamiento.
Tras fichar este verano a dos jugadores de primer
nivel como son Neymar y Mbappé, ninguna de las estrellas ya presentes en París
abandonó el equipo, lo que ha permitido que en el vestuario haya un overbooking de
cracks. Desde el tridente titular hasta pasar por Di María o Draxler.
Un poco antes del penalti, en un libre directo,
ocurrió algo similar. Cavani cogió la pelota pero fue Dani Alves, compañero de
selección de Neymar, el que fue a quitársela para decirle que la tiraba el
brasileño, provocando una mirada de crispación del uruguayo, algo que
seguramente le llevó a querer tirar la pena máxima minutos después, haciendo
caso omiso al interés de su compañero.
El PSG ganó con solvencia el partido por dos goles a
cero y continúa con paso firme en su camino hacia la conquista de la Ligue 1.
Dos tantos en propia meta, en claras jugadas para los parisinos, fueron suficientes
para conseguir la victoria en el duelo hasta ahora más complicado que han
tenido los chicos de Unai Emery, quien deberá mediar para evitar problemas
entre tantas estrellas.