Jueves 03 de agosto de 2017
Por Girish Gupta y Hugh Bronstein
CARACAS (Reuters) - El presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, desestimó el miércoles las denuncias contra los resultados de
las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente del domingo,
calificándolas como parte de un esfuerzo por manchar una votación limpia y
transparente.
La empresa que provee las
máquinas de votación del país dijo que las cifras de participación en los comicios
para la Constituyente de 8,1 millones de votos fueron manipuladas para inflar
la cuenta en al menos un millón de sufragios.
Maduro también criticó la
exactitud de una noticia de Reuters que, citando documentos internos del
Consejo Nacional Electoral, dijo que hasta las 17.30 hora local del domingo
sólo 3,7 millones de personas habían votado en las controvertidas elecciones.
Los documentos, que dividen los datos en los 14.515
centros de votación de Venezuela, muestran que 3.720.465 personas habían votado
a las 17.30 hora local. El proceso finalizó a las 19.00 hora local y los
expertos en elecciones dijeron que duplicar el voto en la última hora y media
era poco probable.
"Nosotros mantenemos
nuestra historia", dijo el jefe de comunicaciones de Reuters, Abbe
Serphos, en un correo electrónico.
El mandatario venezolano en cambio defendió tajante
los resultados oficiales.
"Este proceso electoral no lo mancha nadie,
porque es un proceso electoral transparente, auditado antes, durante y después
del proceso electoral", afirmó Maduro la tarde del miércoles, acompañado
de los asambleístas elegidos.
Maduro atribuyó a posibles temores a ser sancionados
la denuncia que hizo la firma de tecnología de votación electrónica Smartmatic,
que creó el sistema de votación que Venezuela utiliza desde el 2004.
"Sabemos, sin ninguna duda, que la participación
de la reciente elección para una Asamblea Nacional Constituyente fue
manipulada", dijo el presidente ejecutivo de Smartmatic, Antonio Mugica,
en un encuentro informativo en Londres, sin dar detalles de la metodología que
implementó la firma.
La elección de los miembros del nuevo poder ha sido
calificada por los adversarios de Maduro como ilegítima. La iniciativa fue
diseñada por su impopular Gobierno para reescribir la carta magna y,
posiblemente, disolver el Parlamento, dominado por la oposición.
La baja participación sería una muestra de rechazo
contra Maduro, especialmente después de que la oposición celebró el mes pasado
un plebiscito no oficial en el que afirmó que obtuvo más de 7,5 millones de
votos en contra de la polémica constituyente.
El único reporte oficial sobre la participación en los
comicios fue dado por la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, cerca de la
medianoche del domingo, cuando aseguró que votaron 8.089.320 venezolanos.
El CNE rechazó el miércoles la acusación de
manipulación de votos de Smartmatic, pero no se refirió a la noticia de
Reuters.
Adicionalmente, Lucena -que está en la lista de
funcionarios con activos congelados por Estados Unidos-, adelantó que el
árbitro podría iniciar acciones legales contra la firma que provee las máquinas
de votación y que hasta ahora parecía tener una relación comercial fructífera
con el Gobierno.
"Es una aseveración irresponsable con base en
estimaciones sin fundamento en la data que maneja exclusivamente el poder
electoral", dijo Lucena, quien desacreditó el rol de Smartmatic,
llamándola una compañía que únicamente "provee ciertos servicios y soporte
técnico no determinantes en los resultados".
El Consejo Nacional Electoral extendió la votación
hasta las 19.00 hora local (2300 GMT), pero algunos centros permanecieron
abiertos por más tiempo.
"Aunque es posible tener un último empujón al
final del día, y el Partido Socialista Unido de Venezuela ha intentado hacerlo
en el pasado, duplicar el voto en la última hora y media sería algo sin
precedentes", dijo Jennifer McCoy, analista política que dirigió misiones
de observación electoral del Centro Carter.
IRREGULARIDADES
En respuesta a los resultados anunciados, el Gobierno
estadounidense sancionó el lunes a Maduro, llamándole "dictador" para
"apropiarse del poder absoluto".
En tanto, la Comisión Europea dijo que está
considerando "toda la gama de acciones" que podría tomar contra la
administración de Maduro, mientras que el presidente del Gobierno español,
Mariano Rajoy, informó que su país propondrá la supresión de la autorización de
viaje y la retirada de los visados a las personas vinculadas al Gobierno.
En contraste, legisladores franceses del partido de
extrema izquierda Francia Insumisa defendieron a Maduro y afirmaron que su
Gobierno no es una dictadura.
Venezuela enfrenta una crisis, con millones de
personas sufriendo escasez de alimentos, una inflación de tres dígitos y meses
de protestas antigubernamentales, lo que hace más improbable que el Gobierno
haya logrado una participación tan positiva, según analistas y políticos de
oposición.
Autoridades presionaron a trabajadores estatales para
que votaran, incluso amenazándolos con el despido si no lo hacían. Algunos
contaron que recibieron llamadas telefónicas de jefes o colegas para empujarlos
a votar.
Expertos electorales cuestionaron el proceso de
votación que, según ellos, estuvo plagado de irregularidades. Otros, incluyendo
un miembro del propio árbitro de los comicios, pusieron en duda el recuento.
"Por primera vez desde que asumí este compromiso
con el país, no puedo avalar la consistencia o veracidad de resultados",
dijo el martes en la noche Luis Rondón, uno de los cinco rectores del CNE en su
cuenta de Twitter.
La fiscal general, Luisa Ortega, larga aliada del
gobierno socialista del fallecido Hugo Chávez pero que rompió con la
administración de Maduro por rechazar como ilegal la asamblea constituyente,
abrió una investigación contra cuatro rectoras del Poder Electoral tras la
denuncia de Smartmatic.
La oposición, que no participó en el proceso, dice que
hubo fraude y estimó que sólo 2,5 millones de personas votaron, mientras que la
firma de inversión Torino Capital ubicó la cifra en 3,6 millones en base a
sondeos a pìe de urna.
La oposición se ha quejado reiteradamente de que el
consejo electoral permite el uso injusto de recursos estatales a favor del
partido socialista gobernante y en los últimos años han cuestionado los
resultados de los comicios celebrados.
"Ese resultado si antes era nulo ahora es
absolutamente inexistente y en Venezuela tiene que abrirse en este momento todo
un proceso de protesta social, de demanda legal", dijo el presidente del
Parlamento, el opositor Julio Borges.
Más de 120 personas han muerto en las protestas de los
últimos meses.