20/08/2017
Corea del Norte advirtió este domingo a Estados Unidos
de que las maniobras militares conjuntas que el lunes comienzan en Corea del
Sur no harán más que "echar gasolina al fuego" en un momento de
fuertes tensiones entre Pyongyang y Washington.
Pyongyang realizó dos pruebas de misiles balísticos
intercontinentales en julio, que parecen haber puesto a su alcance buena parte
del territorio de Estados Unidos, a lo que el presidente Donald Trump reaccionó
advirtiendo de que Washington podía responder con "fuego e ira".
El régimen norcoreano amenazó entonces con disparar
misiles cerca del territorio estadounidense de Guam, en el Pacífico.
Y aunque su líder, Kim Jong-un, detuvo después este
proyecto, advirtió de que su ejecución dependería del comportamiento de Washington.
En este contexto, Corea del Sur y Estados Unidos
inician el lunes sus ejercicios conjuntos anuales, bajo el nombre "Ulchi
Freedom Guardian", durante los cuales decenas de miles de soldados se
entrenarán para proteger el país contra un eventual ataque norcoreano.
Cada año, Pyongyang, que considera estas maniobras una
provocación, lanza una amenaza de represalias militares.
"Estas maniobras conjuntas son la expresión más
explícita de su hostilidad hacia nosotros, y nadie puede garantizar que estos
ejercicios no deriven en verdaderos combates", escribió en un editorial
este domingo el diario del partido único en el poder Rodong Sinmun.
"Los ejercicios militares conjuntos Ulchi Freedom
Guardian serán como echar gasolina al fuego y agravarán la situación en la
península", agregó.
Lanzando una advertencia contra "la fase
incontrolable de una guerra nuclear", el diario añadía: "si Estados
Unidos se pierde en la fantasía según la cual una guerra en la península
ocurriría frente a la puerta de otro, lejos de ellos al otro lado del Pacífico,
se equivoca más que nunca".
- "Más grave que nunca" -
El Departamento de Estado estadounidense anunció que
la operación "Ulchi Freedom Guardian", basada en simulaciones por
ordenador, cuyo inicio se remonta a 1976 y que toma su nombre de un general que
defendió el antiguo reino coreano frente al invasor chino, tendrá lugar este
año como estaba previsto.
Washington se negó a precisar si este año se verá
reducida para no exacerbar las tensiones, pero el ministerio surcoreano de
Defensa anunció la participación de 17.500 soldados, una reducción
significativa respecto a los 25.000 que se implicaron en las maniobras del año
pasado.
Según la agencia surcoreana Yonhap, los dos aliados
estudian la pertinencia de abandonar su proyecto inicial de desplegar dos
portaviones cerca de la península en el marco de estas maniobras militares
conjuntas.
Paralelamente, el general Jeong Kyeong-doo, jefe del
estado mayor de las fuerzas armadas surcoreanas, consideró que la situación
actual es "más grave que nunca".
Y advirtió a Pyongyang de que se expone a graves
represalias en caso de ataque. "En caso de provocación del enemigo,
(nuestro ejército) tomará medidas de represalia fuertes y determinadas para
hacérselo lamentar amargamente", afirmó.
Cuando Kim Jong-un postergó el proyecto sobre Guam,
exigió que Washington cesara sus "arrogantes provocaciones" y aludió
"a los enormes materiales estratégicos nucleares" desplegados en la
región.