Viernes 14 de julio de 2017
Tegucigalpa, Honduras - 'Te vamos a matar
hijuep...', le dijeron a Luis Joel Rivera Perdomo los supuestos miembros de la
pandilla 18 que llegaron a hacerle la advertencia al artista. 'Él estaba en el
segundo piso de la casa el día que lo amenazaron', recordó el hermano menor.
Según se conoció, Rivera Perdomo, cansado de que unos
niños de la colonia le arruinaran su carro él les pidió que por favor dejaran
de jugar ahí porque les pondría la queja a sus padres para que los castigaran.
Una pequeña, que jugaba sobre el carro, al ver que se
acercaba el miembro del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) se lanzó y
golpeó una de sus piernas, llorando le puso la queja a sus papás que el vecino
la había golpeado con un palo. Al escuchar esto los familiares de la niña
buscaron a Luis Joel para reclamarle y en un tono violento le dijeron que si no
se iba de la casa lo iban a matar, por lo que supuestamente había hecho contra
la menor.
Los días pasaron y al ver que nada ocurría el
universitario y su familia pensaron que el asunto ya estaba olvidado, pero esas
advertencias se cumplieron llevando tristeza, impotencia, luto y dolor a cuatro
niños, una esposa y una madre que presenciaron todo.
La familia rogó
por su vida El día en que acribillaron a Luis Joel estaba junto a su
querida familia departiendo cuando tres sujetos tocaron la puerta de la
vivienda, seguros que lo encontrarían ahí, alguien fue a ver de quién se
trataba y en ese instante los pandilleros abrieron de forma violenta e
ingresaron a la casa. Una vez adentro, recordó el hermano, le dijeron a Rivera
que los acompañara porque solo querían hablar con él.
'No lo vayan a matar', gritaban los familiares del
también actor de teatro, pero las súplicas no fueron escuchadas ya que a 50
escasos metros de la casa se oyeron las detonaciones.
Luego de cometer el crimen los tres muchachos salieron
de la escena caminando como si nada hubiera ocurrido. Mientras arreglaban
los trámites en la morgue capitalina para poder sacar el cuerpo del
universitario, la familia también estaba preocupada por sacar de la casa las
pertenencias que con mucho esfuerzo habían adquirido por el temor a
represalias.
Los restos mortales del estudiante serán enterrados
este viernes en el municipio de Cantarranas, departamento Francisco Morazán