Viernes 14 de julio de 2017
Por Brad Brooks
BRASILIA (Reuters) - El exmandatario brasileño Luiz
Inácio Lula da Silva, un candidato fuerte para las elecciones presidenciales
del próximo año, fue condenado el miércoles a nueve años y medio de cárcel por
cargos de corrupción, en el primero de cinco procesos a los que se enfrenta
vinculados a una gigantesca trama de sobornos.
El fallo es una dura derrota para Lula, que seguirá en
libertad mientras espera la apelación, y un serio revés a sus aspiraciones
políticas.
El veredicto representa además la condena de más alto
perfil hasta ahora en el marco de la Operación Lava Jato (Lavado de Autos) que,
desde hace más de tres años, investiga un vasto sistema de corrupción en los
más altos niveles del empresariado y el gobierno, que dejó a Brasil sumido en
un caos político.
El juez Sérgio Moro halló culpable a Lula de aceptar
3,7 millones de reales (1,2 millones de dólares) en sobornos de la firma de
ingeniería OAS SA. Los fiscales dicen que con el dinero la empresa remodeló un
apartamento en la playa para el político a cambio de su ayuda para obtener
contratos con la estatal Petrobras.
Fiscales federales han acusado a Lula, que asumió el
primero de sus dos mandatos en 2003, de liderar una extensa trama de corrupción
que fue descubierta en una investigación sobre sobornos en torno a Petrobras.
Cristiano Zanin Martins, uno de los abogados de Lula,
dijo que apelarán la sentencia y que las pruebas presentadas por el
expresidente fueron ignoradas.
Lula fue el primer presidente brasileño proveniente de
la clase trabajadora y continúa siendo muy popular entre los electores a seis
años de haber dejado el poder con un 83 por ciento de aprobación.
El exlíder sindical cosechó admiración en todo el
mundo por las políticas sociales transformadoras que llevó adelante y que
ayudaron a reducir la fuerte desigualdad en la mayor economía latinoamericana.
El expresidente estadounidense Barack Obama una vez declaró que Lula era el
político más popular sobre la Tierra.
La senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de
los Trabajadores de Lula, arremetió contra el juez Moro afirmando que el
exmandatario fue condenado para evitar que compita por la presidencia. Agregó
que la agrupación protestará por el fallo y se mostró confiada en que será
revertido en la apelación.
El real brasileño y la Bolsa de Sao Paulo subieron con
fuerza tras conocerse el fallo de Moro. Los inversores temen que otra
presidencia de Lula signifique el retorno de una política económica más
dirigida por el Estado y menos amigable con el mercado.
Lula quedaría impedido de ejercer cargos públicos si
el fallo se confirma en un tribunal de apelaciones, en un proceso que puede
extenderse durante al menos ocho meses. Si es marginado, analistas políticos
dicen que la izquierda brasileña quedaría sumida en el desorden, forzada a
reconstruirse y a encontrar un líder que pueda surgir pese a la inmensa sombra
de Lula.