Sábado 20 de mayo de 2017
"#Resistencia";
"#Elecciones ya": desafiando gases lacrimógenos, más de 200.000
personas salieron este sábado a las calles de Venezuela para exigir el fin del
gobierno de Nicolás Maduro, tras casi dos meses de protestas que dejan 47
muertos.
En Caracas, más de
160.000 opositores -según los organizadores- se congregaron en la principal
autopista e intentaron caminar, sin éxito, hacia el ministerio del Interior en
el centro de la capital, portando gigantescas pancartas
"#Resistencia"; #"Elecciones ya" y la bandera tricolor
venezolana.
Fueron dispersados con
gases lacrimógenos.
Y más de 40.000 personas
protestaron en la ciudad de San Cristóbal (según cálculos de la AFP), en el
estado de Táchira, fronterizo con Colombia, hacia donde Maduro ordenó el envío
de 2.600 militares tras disturbios y saqueos la semana pasada.
"Sigo aquí a pesar
de todo esto, sin miedo, porque hay que apoyar y tumbar esto con
resistencia", dijo a la AFP Leonard Quintero, un estilista de 40 años, en
el centro de la capital venezolana.
La multitudinaria marcha
de este sábado fue apenas menos concurrida que la del 19 de abril, que con
cientos de miles de personas fue la más multitudinaria de esta ola de protestas
que en siete semanas también ha dejado cientos de heridos y unos 2.200
detenidos.
"Esto ha sido una
masacre contra el pueblo, pero a pesar de todo, mientras más represión, más
resistencia y lucha por Venezuela", gritó enardecido el líder opositor
Henrique Capriles, antes de iniciar la caminata hacia el ministerio del
Interior.
"Invitamos a marchar
todos los días que sea necesario hasta que haya un cambio en Venezuela",
señaló Capriles, a quien esta semana el gobierno le impidió viajar a Nueva
York, donde pretendía denunciar la "represión" en el país ante el
Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
"Bandido, corrupto,
vas para afuera", indicó dirigiéndose a Maduro.
- "Negociación
definitiva" -
En otra parte de la
ciudad, se preveía que Maduro recibiera en el Palacio presidencial de
Miraflores a más de dos mil trabajadores, también según cálculos de AFP, que
cantando y bailando y vestidos de rojo, marcharon en respaldo a la Asamblea
Constituyente "popular" convocada por el mandatario.
Pero el mandatario no
acudió.
"Ellos (la
oposición) tienen que tomar en cuenta esta multitud que esta aquí, somos
mayoría y tienen que tomar en cuenta esta iniciativa del presidente", dijo
a la AFP Giuseppe Setro.
El país está
completamente dividido y casi paralizado, en medio de un colapso económico que
genera una severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que según
el FMI escalará a 720% este año. Un cóctel que se complementa con altos índices
de criminalidad.
La única salida para
resolver la aguda crisis política es la realización de elecciones generales y
para ello llegó el momento de la "negociación definitiva", afirmó el
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Analistas coinciden en
que el reto de la oposición es mantenerse en la calle y al mismo tiempo, que
obtengan más apoyo de la comunidad internacional.
"La oposición debe
continuar con las protestas, acrecentando la presión interna. Pero al mismo
tiempo, el apoyo de la comunidad internacional y la presión de los organismos
internacionales es clave", señaló a la AFP David Smilde, asesor principal
de WOLA (Washington Office on Latin America), con especialización en Venezuela.
Maduro enfrenta el
rechazo de siete de cada diez venezolanos, según sondeos privados, en medio de
la devastación económica, que se acentuó con la caída de los precios del
petróleo en 2014.
El principal apoyo de
Maduro es la Fuerza Armada, con enorme poder político y económico, que en reiteradas
ocasiones le ha expresado su "lealtad incondicional".
- "Violencia y
muerte" -
Esta nueva oleada de
marchas se desató luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -acusado
por la oposición de servir al gobierno- asumiera el 30 de marzo las funciones
del Parlamento.
La decisión -anulada
parcialmente tras un fuerte rechazo internacional- provocó la irrupción de
Estados Unidos en el conflicto.
El Tesoro norteamericano
impuso sanciones económicas a ocho magistrados del TSJ y el presidente Donald
Trump calificó la situación de Venezuela como una "vergüenza para la
humanidad".En los últimos días se multiplicaron las muertes por heridas de
bala en hechos vinculados con las protestas.Las protestas tomaron combustible
con la convocatoria de Maduro a una Asamblea Constituyente "popular",
en la cual la mitad de sus integrantes serían elegidos en sectores controlados
por el oficialismo.La crisis también alcanza a filas del chavismo.
La fiscal
general, Luisa Ortega,
confesa chavista, opinó que esa iniciativa agravaría la
crisis, según una carta enviada al gobierno y difundida por la prensa local.La
oposición rechaza la Constituyente por considerar que busca evitar elecciones.
Sin embargo, Maduro ha garantizado que en 2018 habrá comicios presidenciales,
como ordena la ley.Aún están pendientes los de gobernadores, que debieron
realizarse en 2016.Maduro insiste en que la Constituyente "es el camino
para la paz, el diálogo y el consenso", mientras que la oposición sólo
propone "violencia y muerte".