Viernes 26 de mayo de
2017
MANCHESTER, Inglaterra
(AP) — La policía británica que investiga el ataque en el Manchester Arena
realizó una nueva detención el viernes mientras continúa con los cateos en
direcciones vinculadas con el suicida que mató a 22 personas a la salida de un
concierto.
Otras siete personas, con
edades comprendidas entre los 18 y los 38 años, están bajo custodia policial en
relación con la masacre del lunes. Todos son sospechosos de delitos que violan
la ley antiterrorista británica.
Uno de los detenidos, un
menor de 16 años, quedó en libertad sin cargos, dijo la policía.
Gran Bretaña elevó su
nivel de alerta a “crítico”, lo que supone que las fuerzas de seguridad creen
que otro ataque podría ser inminente.
Las autoridades
investigan los posibles vínculos entre el autor del atentado, Salman Abedi, e
insurgentes en Manchester y otras zonas de Europa, además de en el norte de
África y Oriente Medio.
Abedi, un universitario
que dejó los estudios y se crió en la zona de Manchester, era conocido de los
servicios de seguridad por sus ideas radicales. Sus padres son ciudadanos
libios que emigraron a Gran Bretaña al principio de la década de 1990.
Al parecer, se habría
puesto en contacto con miembros de su familia justo antes de inmolarse.
Las autoridades no han
hecho públicos ni el nombre del arrestado durante la madrugada del viernes, ni
el de los otros siete detenidos. Por el momento, ninguno ha sido acusado por el
ataque.
La policía de Londres
anunció que reforzará la seguridad de los eventos deportivos que se celebran
este fin de semana, incluyendo la final de la Copa FA en el estadio de Wembley.
El comisario en jefe de
la policía, Jon Williams, dijo el viernes que las medidas de protección
extraordinarias y el aumento de agentes en las calles de la capital británica
responden al aumento del nivel de amenaza terrorista.
Los aficionados que
asistan a partidos de futbol y rugby durante el fin de semana deberán llegar a
los estadios antes de lo habitual por los controles de seguridad adicionales,
agregó.
Además, se aplicarán
“tácticas encubiertas y discretas” de seguridad para proteger la red de
transporte, detalló Williams.
La policía quiere que su
enfoque sea “impredecible” y hacer de Londres “un entorno lo más hostil posible
para los terroristas”, dijo el funcionario.
La policía británica que
investiga el caso reanudó el intercambio de información de inteligencia con sus
homólogos estadounidenses tras una breve interrupción por la filtración de
datos a medios estadounidenses. Gran Bretaña atribuyó la acción a las
autoridades del país.
Según funcionarios
británicos, los estadounidenses ofrecieron garantías de que se protegerá el
material confidencial.
La campaña para las
elecciones generales británicas del proximo 8 de junio se reanuda el viernes
tras quedar en suspenso por el ataque.
El líder laborista Jeremy
Corbyn tiene previsto emplear un discurso el viernes para vincular las acciones
británicas en el extranjero con el aumento del extremismo en el país.
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Katz informó desde
Londres.