:::Zonas
montañosas tendrán probabilidades de lluvias y lloviznas leves debido a transporte
de humedad del Atlántico:::
Lunes 10 de
abril de 2017
Tegucigalpa,
Honduras - Los hondureños podrán disfrutar de una Semana Santa con temperaturas
cálidas ideales para realizar las actividades de turismo interno planificadas
para esta jornada.
Análisis del
Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), de la
Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) revelan condiciones secas y
cálidas para el país.
Sin embargo
se exceptúan de este pronóstico los departamentos de Colón y Gracias a Dios que
tendrán probabilidades bajas de lluvias en horas de la tarde y comienzos de
horas de la noche.
Las
temperaturas que se manifestarán en Honduras son de 33 a 34 grados centígrados
para Tegucigalpa, de 36 a 37 para San Pedro Sula, de 28 a 30 en el occidente y
las más elevadas, de 38 a 40, en Choluteca.
“Habrá
temperaturas muy cálidas durante esta semana” manifestó, Carlos López,
pronosticador de turno quien además dijo que los vientos presentados en este
momento han despejado el cielo de la cantidad de humo.
Oleajes
En las
costas del Atlántico los oleajes se van a mantener de 1 a 3 (1 metro) y máximo
de 5 pies (2 metros), levemente alterado en el norte de las Islas de la Bahía;
en el Pacífico se pueden presentar oleajes de 2 a 4 pies (1.5 metros).
En la zona
entre Coyolito y Amapala, al sur de Honduras, el oleaje se alterará levemente
entre las 3:00 a 6:00 de la tarde, por lo que se recomienda a la ciudadanía que
hace uso del transporte acuático que tome las debidas precauciones.
Prevención
Aunque las
temperaturas son ideales para hacer actividades al aire libre, las autoridades
de Copeco recomiendan a la población no exponerse mucho al sol entre las horas
de 10:00 de la mañana a 3:00 de la tarde; periodo de tiempo en el que hay mayor
radiación solar.
A la
ciudadanía se le recomienda usar filtros solares e indumentaria que los proteja
de los rayos solares, de igual manera, se les sugiere hidratarse
constantemente; en especial los adultos mayores y los niños, que son los más
propensos a sufrir deshidratación.