Lunes 24 de
abril de 2017
MADRID (AP)
— Lionel Messi olió sangre, marcó dos goles, participó de otro y forzó la
expulsión de Sergio Ramos el domingo para impulsar la agónica remontada del
Barcelona por 3-2 en cancha del Real Madrid y dar un vuelco a la liga española,
que encabezan ambos equipos igualados a 75 puntos a falta de cinco fechas para
el final.
Los
madridistas cuentan con otro partido pendiente ante el Celta de Vigo,
programado para el 17 de mayo, pero perdieron su colchón de tres puntos sobre
el acérrimo rival, que llegaba de ser eliminado el miércoles de los cuartos de
final de la Liga de Campeones por la Juventus, pero mantiene vivo el pulso por
el campeonato con una mejor diferencia de goles.
La liga
pareció inclinarse definitivamente de lado del Madrid tras el gol inicial de
Casemiro a los 28 minutos, pero Messi niveló a los 33, facilitó el segundo
visitante de Ivan Rakitic a los 73 y, tras la expulsión de Ramos (77) y la
igualada transitoria del colombiano James Rodríguez (85), decantó
definitivamente la balanza en tiempo añadido.
"Un
partido loco para una remontada local", resumió Rakitic.
El técnico
madridista, Zinedine Zidane, lamentó por su parte que su equipo no supiera
administrar el empate de James. "No podemos estar contentos. Cuando no
matas el partido, puede pasar esto. Nos faltó cabeza tras igualar",
criticó el francés.
Con otra
majestuosa actuación en el estadio Santiago Bernabéu, en que Messi celebró sus
500 goles oficiales con el conjunto azulgrana, el argentino reforzó también su
candidatura a ganar el próximo Balón de Oro, pues su máximo rival, Cristiano
Ronaldo, pasó prácticamente inadvertido.
"Messi
es el mejor de todos los tiempos y hoy ha vuelto a hacer de las suyas, aunque
cualquiera de los dos pudo ganar", consideró el timonel azulgrana, Luis
Enrique.
El Barsa,
que jugó sin el sancionado Neymar, también aspira a conquistar la Copa del Rey
en la final del 27 de mayo frente al modesto Alavés, mientras que el Madrid
sigue adelante en la Champions, donde enfrentará el 2 de mayo al vecino
Atlético de Madrid. Los azulgranas reciben el miércoles al colista Osasuna por
la 34ta fecha, mientras que el Madrid visitará al Deportivo La Coruña.
Finalmente
la BBC que forman Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano arrancó de inicio en
el Madrid, y Luis Enrique recurrió a Paco Alcácer para ejercer de Neymar;
aunque formando dupla ofensiva junto al uruguayo Luis Suárez, permitiendo a
Messi jugar a su aire en la línea de tres cuartos de cancha.
Pero Bale no
aguantó el trajín del primer tiempo, en que los locales apretaron de inicio el
acelerador hasta ponerse en ventaja con una jugada a balón parado, en que
Marc-André ter Stegen midió mal el centro de Toni Kroos y posibilitó un segundo
cruce de Marcelo, rematado al poste por Ramos y empujado desde el área chica
por Casemiro.
Con Bale aún
sobre la cancha, el Madrid dominó un buen rato la escena, forzando hasta tres
buenas intervenciones del arquero azulgrana, la mejor ante un zapatazo de
Cristiano, con bote traicionero.
La jugada
inició en un codazo de Marcelo a Messi. El golpe provocó que el astro argentino
se retirara momentáneamente para curar su herida en la boca ensangrentada. Mala
idea tuvo el brasileño, pues la agresión activó definitivamente a "La
Pulga", capaz de nivelar con un brutal cambio de ritmo cerca del área, acunando
el pase horizontal de Rakitic, rebasando a un perplejo Dani Carvajal y
rematando raso y con la zurda frente al costarricense Keylor Navas.
Igualado el
marcador, Luka Modric obligó a Ter Stegen a volar de nuevo para interceptar su
cañonazo desde la frontal, y acto seguido cayó Bale, quien dejó su lugar al
talentoso Marco Asensio.
El portero
alemán amplió su recital en la reanudación con una buena parada a un tiro
lejano de Kroos y un pie providencial en cabezazo a bocajarro de Benzema.
Tampoco se
quedó atrás Navas, ganador de un mano a mano con Alcácer y felino ante un
testarazo limpio de Gerard Piqué y posterior volea a quemarropa de Suárez.
Con el
Madrid insistente al contragolpe, la tuvo Asensio en un par de aventuras por la
derecha, pero nuevamente el arquero barcelonista estuvo firme y posibilitó que
su equipo, necesitado de la victoria, diera momentáneamente vuelta al marcador.
Lo hizo de
forma insospechada, con un golpe de rabia de Rakitic desde posición lejana, al
soltar un parábola con la zurda, imposible para Navas.
Sin nada que
perder tras una entrada de Ramos a Messi que le valió la tarjeta roja directa y
un nuevo milagro de Navas ante Piqué, Zidane dio cancha a James a falta de ocho
minutos, y el colombiano respondió con un meritorio gol que brotó de un centro
de Marcelo, desviado con la zurda.
Pero la
última bala sería para Messi, dueño y señor de la escena y de la tabla de
cañoneros su 31ra diana, un obús en carrera que dejó en la lona a Navas y
abierta de par en par la liga.
"Su
grandeza es que no deja de sorprendernos. Objetivo cumplido. Ahora ellos no
pueden fallar", valoró Iniesta.
Y coincidió,
solo en parte, Carvajal.
"La
expulsión marcó el partido. Lo bueno es que seguimos dependiendo de nosotros
mismos", subrayó el lateral.
En partidos
previos de la jornada, la Real Sociedad derrotó 1-0 al Deportivo de La Coruña,
el Betis se impuso 1-0 en cancha del Celta y Las Palmas y Alavés empataron 1-1.