Martes 25 de
abril de 2017
El
presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, expresó hoy su rechazo a que el
Parlamento despenalice el aborto mediante una reforma al Código Penal, tema que
de nuevo a vuelto a dividir la opinión de los hondureños en las últimas
semanas.
Hernández
dijo a periodistas que el único que puede dar y quitar la vida es
"Dios" y que el debate del Código Penal que está en el Congreso
Nacional (parlamento) quiere "verlo en un concepto mucho más amplio".
"Quiero
reiterar al pueblo hondureño, para quien no lo sabe, que el nuevo Código Penal
no fue una iniciativa del poder Ejecutivo, fue una iniciativa del propio
Congreso Nacional, obviamente, en base a las atribuciones que
constitucionalmente el Congreso tiene", subrayó.
Dijo además
que su partido, el Nacional, ha tenido "una posición clara y definida
siempre" en torno al aborto.
"Entiendo
que los diferentes diputados que están en las comisiones o cargos de liderazgo
en el Congreso, que representan también a mi partido, han sido enfáticos, que
nuestro partido es un partido que tiene un pensamiento pro vida", recalcó.
El tema está
próximo a ser discutido en el Parlamento pero en las últimas dos semanas
diversos sectores, entre ellos las iglesias católica y evangélica, han
expresado su rechazo a la despenalización, sin faltar los que están a favor,
como organizaciones de mujeres.
"Esperaría
yo que la mayoría de los diputados también tengan esa misma posición. En todo
caso, me parece que el pueblo hondureño se está haciendo sentir" sobre el
tema, dijo Hernández.
Además
advirtió que si el Parlamento tomara una decisión diferente, los hondureños
saben cuál es el instrumento jurídico (el veto) que el presidente del país tiene
para detener cualquier decisión que no vaya de acuerdo al respeto a la vida.
El aborto es
penalizado en Honduras en todas sus formas desde 1997 y las mujeres halladas
culpables pueden ser condenadas hasta a diez años de prisión.
Este martes
decenas de evangélicos y de otras organizaciones contra el aborto protestaron
frente a la sede del Parlamento en Tegucigalpa pidiendo que no sea aprobada la
despenalización.
Por su
parte, el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos indicó en un
comunicado que "las excepciones sobre el aborto deben estar sujetas a
criterios y controles científicos para evitar que puedan injustificadamente
utilizarse y buscar su generalización para privar arbitrariamente de la vida al
que está por nacer".
El organismo
recomendó celebrar un debate legislativo, objetivo y documentado que tenga
presentes las normas nacionales e internacionales que reafirman la
penalización, en general, del aborto.
Recomendó
además examinar las excepciones expresas que, en otras legislaciones y en la de
Honduras, se han admitido para casos muy graves y fácilmente verificables.
Organizaciones
femeninas consideran que una mujer que ha sido violada por un desconocido o un
familiar, por ejemplo, lo que es muy común en Honduras, debe tener el derecho a
abortar. EFE