Sábado 29 de
abril de 2017
NUEVA YORK
(AP) — Facebook reconoce ahora que gobiernos y activistas están usando su
servicio para tratar de influir en el ambiente político de un país y afectar
los resultados electorales.
Eso es muy
distinto a lo que decía el director general Mark Zuckerberg en noviembre, de
que sería "un disparate" pensar que las noticias falsas en Facebook
pudieran haber afectado las elecciones estadounidenses. Es también prueba de
que la mayor red social del mundo sigue tratando de entender la enorme influencia
que tiene en la comunicación del mundo.
En un
documento publicado en línea el jueves, los expertos de Facebook anunciaron que
la empresa vigilará a quienes traten de minar "el discurso cívico" en
su servicio, trátese de gobiernos u otras entidades. Agregaron que tratarán de
identificar cuentas falsas y notificarán a quienes hayan caído víctimas de esa
ofensa.
"Hemos
tenido que ampliar nuestras medidas de seguridad, enfocándonos no solo en la
conducta abusiva tradicional como el hacking, el malware, el spam y los desfalcos
financieros, sino también en abusos más sutiles y más nocivos, como los
intentos de manipular el discurso cívico y engañar a la gente", dice el
texto, escrito por los investigadores Jen Weedon y William Nuland y el
ejecutivo de Facebook Alex Stamos, bajo el título "Operaciones
Informativas en Facebook".
INJERENCIA
EN ELECCIONES
El equipo
definió las "operaciones informativas" como cualquier medida tomada
por un gobierno u otra entidad para "distorsionar la opinión pública
nacional o internacional" con un propósito específico. Entre ese tipo de
conducta está la diseminación de noticias falsas o de desinformación y el uso
de cuentas falsas para manipular la opinión pública mediante diversos medios.
La empresa
dijo que en las elecciones estadounidenses del año pasado hubo "varias
situaciones" en las que actores maliciosos usaron las redes sociales
"para diseminar información de otras cuentas, como cuentas de correo
electrónico, con la intención de perjudicar la reputación de objetivos políticos
específicos".
LA TAREA POR
DELANTE
Jonathan
Albright, profesor de periodismo de datos de la Universidad de Elon en Carolina
del Norte, exhortó en febrero a periodistas a examinar no solo el rol de
Facebook en la difusión de noticias falsas, sino también a las fuentes mismas
de esa información. Es decir, que traten de identificar tanto a los productores
de esos contenidos como a quienes usan las redes sociales para diseminarlos.
El estudio
de Facebook apunta a ese tipo de generador de desinformación: por ejemplo los
que dicen "me gusta" a una noticia falsa y la comparten con los
demás. La compañía anunció también medidas para apoyar el periodismo legítimo y
el pensamiento crítico, pero no menciona la posibilidad de arremeter contra las
fuentes de las informaciones falsas o de prohibir esos contenidos.
Actualmente,
por ejemplo, los usuarios de Facebook que tratan de compartir un artículo
refutado por expertos independientes, pueden hacerlo pero solo después de que
reciben una advertencia de Facebook. La empresa siempre ha dejado en claro que
no se considera juez de lo que es cierto o falso y que quiere que sean los
propios usuarios quienes decidan (dentro de los parámetros establecidos por su
contrato de servicio) qué quieren leer o compartir.
Sin embargo,
la empresa sigue sumida en el dilema entre negarse a la censura y combatir la
información falsa.