Por Mónica
de Haro
Domingo 30
de abril de 2017
El motivo
por el que muchas parejas fracasan es la falta de entendimiento en el terreno
sexual. Más allá de la complicidad que debe existir, la frecuencia es uno de
los factores que más desencuentros provoca. Y es que además del ritmo de vida,
las necesidades de cada uno son diferentes y nuestros estado emocional y físico
puede hacernos caer en la desgana.
La falta de
sexo acaba antes o después con cualquier relación por muy amigos y cómplices
que se sea en todo lo demás. Los expertos aseguran que llevar una
vida sexual plena que dé lugar a una convivencia más feliz y a la plenitud
de ambos miembros es determinante para que las relaciones funcionen y se
prolonguen en el tiempo.
De hecho un estudio reciente realizado por la Universidad de
Toronto demuestra que la planificación puede ser la verdadera fuente de la
felicidad conyugal. Se suele pensar que programar el sexo mata la pasión pero
no es cierto, al contrario, ayuda a que cada vez haya más ganas de tener
encuentro sexuales y combate la rutina, la apatía y la frustración.
Cuando
nos ‘obligan’ a hacer algo se nos quitan las ganas, entonces ¿cómo vamos
a poner fecha y hora a algo tan supuestamente institivo y animal como el
sexo? Por ejemplo muchas parejas tiene que marcarse un calendario sexual cuando
quieren tener hijos y esto genera un estrés y una sinfín de malos rollos (no
siempre) pero es diferente a lo que nos plantean este estudio.
Lo que nos
sugieren los investigadores es una práctica mucho más sencilla e incluso una
acción bastante más romántica que se puede poner en práctica en cualquier
momento y, como aseguran quienes han participado en el estudio, puede mejorar
tu vida sexual en solo una semana.
Se trata de
rememorar con tu pareja esos momentos íntimos (sexuales) que te
tele-trasportaron a un lugar ideal en el que todo encajaba y fluía con
normalidad, a ese instante de felicidad suprema tan deseado y fugaz que te
renueva por dentro y por fuera.
En eso
consiste la planificación, en intentar concentrarse en revivir esos momentos y
esas prácticas con las que tanto disfrutastéis tiempo atrás.
Algo así
como elaborar vuestra whishlist particular, pero no a solas sino
con él o con ella, e ir anotando cada día aquello que os gustó
más a cada uno. Pasaréis un buen rato recordándolo y la tensión sexual irá en
aumento a medida que avanza la semana.
Cuando
hayáis completado vuestra lista de deseos, cada uno debe enviársela a
su pareja en un mensaje o un email; ¡cuidado! Si no tienes dirección
personal de correo electrónico, mándalo por Whatsapp pero no al del trabajo,
hay que ser precavido).
A esta
práctica se le llama ‘sexo positivo’ porque implica revivir los mejores
momentos vividos en pareja y concentrarse en aquello que le gusta a la
otra persona (pero también a ti) reforzando así el vínculo afectivo.
Otra de las
grandes ventajas de este ‘truco sexual’ es que Es una manera de salir de la
rutina que afecta a cada vez más gente que no tiene que ver tanto con un
comportamiento aburrido sino en ni siquiera encontrar un instante para el sexo.
Y, cuando se encuentra, éste se soluciona en pocos minutos sin dejar lugar a la
fantasía ni a la pasión.
De este
forma ya ha quedado claro qué es lo que quieres, ¡y por escrito! Lo demás ya es
cosa vuestra.