Viernes 21
de abril de 2017
La primera
iglesia dedicada en Estados Unidos y posiblemente en el mundo al consumo de
cannabis con propósitos espirituales abrirá mañana sus puertas en Colorado, el
primer estado del país donde se permitió consumir marihuana con fines
recreativos.
Sin un libro
sagrado ni jerarquías eclesiásticas, la Iglesia Internacional del Cannabis
(ICC) es un foco para "personas de todo el mundo que quieren ser parte de
una organización que acepta el uso de cannabis en el viaje personal de búsqueda
de significado", explicó a Efe Lee Molloy, uno de sus tres fundadores.
La apertura
oficial de la nueva iglesia se realizará el jueves 20 de abril, una fecha
popularmente asociada con el consumo de marihuana y elegida, dijo Molloy,
porque "es fácil de recordar".
Este
particular templo está alojado en un edificio de principios del siglo XX donde
alguna vez estuvo una iglesia luterana, al sur de la ciudad de Denver, y para
pertenecer a la congregación hay que hacer una donación que sirve como pago de
una membresía.
Es "un
lugar de reunión para quienes necesitan apoyo para su viaje espiritual" y
donde no se juzga a nadie, dijo Molloy.
Los miembros
de la nueva iglesia se denominan a si mismos "elevacionistas", porque
el consumo ritual de cannabis "eleva nuestras mentes hasta alcanzar la
mejor versión de nosotros mismos".
Uno de los
principios fundamentales de los "elevacionistas" es considerar la
flor del cannabis como un "regalo de la Fuerza Creadora Universal",
puntualizó Molloy.
Otra
creencia que deben aceptar los "elevacionistas" es que el
voluntariado es mejor que la oración para lograr que el mundo llegue a ser un
lugar mejor.
"Todos
son bienvenidos y todos pueden seguir su propio camino siempre y cuando
recuerden vivir según la Regla de Oro", agregó Molly en referencia a la
enseñanza cristiana de amar al prójimo.
Mañana las
puertas del templo estarán abiertas para todos quienes quieran participar en la
inauguración, pero a los servicios religiosos que se celebren a partir de
entonces solo podrán asistir los miembros de la congregación.
Para obtener
una membresía basta realizar una donación en línea a favor de la remodelación y
restauración del edificio donde ahora opera la iglesia, que necesita
reparaciones por una cantidad cifrada hasta ahora en 100.000 dólares.
La
restauración incluye pinturas en las paredes y en el techo de la capilla
realizados por el graffitero español Okuda San Miguel, renombrado por sus
trabajos de remodelación de iglesias.
Por medio de
triángulos de distintos y vivos colores que forman a la vez un arco iris y
rostros de animales, propio de su estilo, "(San Miguel) ha creado un
espacio de inspiración y elevación para que la congregación participe de los
sacramentos o simplemente medite en silencio", comentó Molloy.
ICC ya ha
recaudado casi la tercera parte de ese monto gracias a las contribuciones de
poco más de 90 nuevos miembros y se espera haber conseguido la cantidad total
dentro del primer mes de operaciones de la nueva iglesia, según Molloy.
Además de
completar la restauración de la capilla, la otra prioridad será que el edificio
sea accesible para personas con discapacidades, especialmente veteranos y
pacientes de marihuana medicinal.
Como parte
de las celebraciones, la nueva iglesia ofrecerá, además de entretenimiento
apropiado, "seminarios educativos de elevación" con temas relevantes
a la intersección de cannabis y espiritualidad.
Uno de esos
seminarios se enfocará en el "derecho constitucional a practicar la
religión", incluido en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados
Unidos.
La
iniciativa de crear una iglesia dedicada al cannabis ha generado todo tipo de
respuestas y reacciones, desde quienes lo consideran una parodia o falta de
respeto de la religión tradicional, hasta quienes afirman que las actividades
de ICC tendrán un impacto negativo en un vecindario que ha cambiado
relativamente poco durante el último medio siglo.
Además, el
Departamento de Impuestos Locales y Licencias de Denver ya anunció que en las
próximas semanas investigará si ICC es realmente un grupo religioso o un club
social "recubierto con un manto religioso" para facilitar el consumo
público de marihuana.
El concejal
John Clark, que representa el distrito de Denver donde está la nueva iglesia,
indicó a los medios locales que se asegurará que ICC "seguirá las
reglas" para que el vecindario se mantenga "seguro y vibrante".
Un conflicto
de interés podría surgir porque uno de sus fundadores de ICC, el comediante y
empresario Steve Berke, es a la vez el gerente general de una empresa local
dedicada a la venta de marihuana.
Para Molloy,
la controversia no debería existir ya que, según él, "el cannabis es un
sacramento, el Sacramento de la Flor Sagrada" ya que, consumido
ritualmente, "acelera y profundiza el autodescubrimiento y la conexión con
la fuerza creativa universal".